Antonio Palma, en las instalaciones de la bodega Ibizkus. | Marcelo Sastre

El CD Ibiza remitió anteayer un burofax en respuesta al que la UD Ibiza le había remitido el pasado martes día 10 y que versaba sobre el uso de Can Misses 3. Pero no sólo hablaba de eso. Además, Amadeo Salvo, en el último punto, solicitaba para alcanzar un acuerdo que los rojillos debían renunciar «a cualquier acción judicial, incluida la que en estos momentos está en marcha, y la asunción por su parte de los costes en los que nos han hecho incurrir hasta la fecha».

En la réplica firmada por Antonio Palma, presidente del Cedé, se indica que «el acuerdo sobre la utilización de las instalaciones debe alcanzarse bajo el principio de buena fe, sin supeditarse en ningún caso a ‘la renuncia a cualquier acción judicial sobre esta materia'».

En cuanto al aval requerido, el club rojillo indica que «se encuentra actualmente abordando esta cuestión con el Ayuntamiento de Ibiza sin que exista obligación alguna para el CD Ibiza de aportar ningún aval».

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Con respecto a los entrenamientos, el Cedé recordó que «el convenio no excluye, en ningún caso, la posibilidad de que dichas instalaciones sean utilizadas por el CD Ibiza con una mayor periodicidad, en atención a las necesidades derivadas de su propia actividad deportiva». «Lo que se impone al UD Ibiza es permitir los entrenamientos del CD Ibiza no sólo ‘una vez por semana', sino ‘al menos una vez por semana'», indica el texto.

Además, pide entrenar por la mañana dado que «el hecho de que el convenio establezca que ‘los entrenamientos del primer equipo de la UD Ibiza deberán realizarse, salvo excepción autorizada expresamente por el Patronato Municipal de Deportes, en horario matinal (de 08.00 a 15.00 horas)', no implica en absoluto que en dicha franja horaria no puedan tener lugar entrenamientos del CD Ibiza de manera compatible con los del UD Ibiza.

De hecho, en su comunicación, estiman ustedes que cada entrenamiento debería tener una duración aproximada de dos horas».