Las inscripciones para poder solicitar una plaza se abrirán el próximo lunes, 8 de junio. La oferta de actividades que se realizarán tanto en la arena como el agua van desde el Aquagym hasta el entrenamiento individualizado para los niveles de competición. También se incluyen horas para la iniciación de los pequeños nadadores, desde el grupo de dos a tres años hasta los destinados a los niños de más de seis años.
En cada uno de los cinco turnos se ha organizado un calendario de clases de lunes a sábado en distintas franjas horarias adaptadas a cada de edad, desde las 9 horas de la mañana y hasta las 20 horas. Cada vez dura dos semanas con sesiones que van de los 30 minutos para los niveles de dos a tres años y de cuatro a cinco años a los 45 minutos para el resto.
El precio de cada turno será el mismo, 18 euros, aunque la ratio de alumnos por grupo variará en función de la adaptación necesaria al se medidas de protección frente la COVID-19.
Así, los niños de dos a tres años participarán en grupos de dos alumnos acompañados por los padres. En el grupo de edad siguiente, de cuatro a cinco años, habrá hasta cuatro alumnos por monitor, acompañados también por los progenitores. En el resto de niveles ratio subirá hasta los seis alumnos excepto el caso del Nivel II de los adultos, que podrán llegar a los ocho nadadores.
Se ha escogido Port des Torrent por su nivel de dotaciones y por las características de este lugar, recogido de las corrientes, que lo hacen adecuado para la natación.
Además de las clases convencionales, adaptadas a este entorno natural, se ofrecerá a los usuarios un servicio de asesoramiento técnico para mejorar el estilo de cada nadador; informará del proceso de enseñanza a los futuros nadadores para motivarles a esta práctica; se dará asesoramiento de medidas terapéuticas para personas con diferentes patologías de la espalda, dado que el ejercicio al medio acuático «es una herramienta excelente para mejorar la calidad de vida».
Para poder realizar las clases, se delimitarán circuitos seguros para los nadadores en aguas abiertas y se harán también clases colectivas acuáticas siempre y cuando lo permitan las condiciones sanitarias.
La concejala de Deportes, Ana Ribas, ha destacado que este “es un proyecto en el que estamos trabajando desde hace tiempo y hace mucha ilusión al departamento”. Con el cierre obligado por la pandemia de las instalaciones municipales, se ha aprovechado para avanzar la reforma de la fachada y la cubierta, con una duración prevista de tres meses. “Hemos pensado que ahora era también el momento para repensar la actividad de la piscina y adaptarla a un entorno privilegiado como el de nuestras playas. Estamos seguros que gustará mucho a nuestros nadadores y nadadoras, que disfrutarán mucho con el cambio de escenario”, dijo Ribas.
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