TAMARACEITE: 1

PEÑA DEPORTIVA: 1

Un botín menor al merecido. Eso es lo que se llevó ayer la Peña Deportiva de Las Palmas de Gran Canaria, donde empató a un gol contra el Tamaraceite canario en la eliminatoria por el ascenso directo a Segunda División B entre campeones de grupo.

La Peña Deportiva demostró ser superior a lo largo de los 90 minutos y mereció un resultado mejor. Se hizo con la pelota desde el inicio y llevó más peligro que su rival al área contraria. Sólo necesitó cuatro minutos para avisar de sus intenciones en un centro peligroso de Marc Fraile que acabó desbaratando el portero a los cuatro minutos.

Los canarios probaron fortuna con el juego directo. Zamora tuvo que despejar a córner un balón colgado al que casi llegó Juan Andrés.

Los de Raúl Casañ siguieron atacando con peligro y una falta botada por Fraile no la supo rematar bien Fran Núñez, que no estaba en fuera de juego. La réplica la dio el Tamaraceite en otra acción a balón parado en la que Javi Seral se tuvo que emplear a fondo para evitar que un remate de cabeza y el posterior rechace acabaran entre los tres palos.

Sólo habían pasado diez minutos de juego y las idas y venidas hacia las áreas estaban marcando el duelo. Eso podía favorecer, sin duda, a los de Santa Eulària, ya que los goles fuera de casa valen su peso en oro y el encuentro estaba siendo abierto.

Tras el primer cuarto de hora, el centrocampismo empezó a hacer acto de presencia y las ocasiones de gol disminuyeron. Eso sí, la batuta la llevaba el conjunto de Raúl Casañ, que apostó ayer por Ernesto en el doble pivote en detrimento de Cristeto.

En el ecuador de esta primera mitad, Fran Núñez protagonizó una cabalgada por la banda derecha, centró y la pelota le llegó a Nacho, que la bajó con el pecho. Lástima que el defensor despejó la pelota cuando el delantero se disponía a fusilar la portería rival.

POR DELANTE
Esta jugada fue un calco de la acción que sí acabó poniendo por delante a los visitantes. En el 37, el internacional dominicano volvió a campar por el costado derecho a sus anchas y envió la pelota al área, donde Pipo la controló y la envió con un duro disparo al fondo de las mallas. Se hacía así justicia a lo visto sobre el rectángulo de juego. Es más, Marc Fraile pudo ampliar distancias poco después, pero chutó demasiado centrado.

Lo que pocos imaginaban es que la Peña Deportiva iba a dilapidar su ventaja en una acción infantil en el último minuto. En un balón sin aparente peligro, Cruz no supo proteger bien la pelota ante la presión de Juan Andrés, al que acabó derribando tímidamente. El árbitro decretó penalti y David González aprovechó la ocasión desde los once metros para nivelar la contienda en la acción que puso fin a los primeros 45 minutos.

Tras el descanso, el decorado no cambió mucho. Los de Raúl Casañ siguieron siendo los dueños del balón. Eso sí, no hubo tantas aproximaciones de peligro como en el tiempo anterior.

Con todo, los peñistas hicieron méritos para ponerse por delante. A los diez minutos desaprovecharon una doble ocasión de oro. Fran Núñez filtró el balón a Marc Fraile, cuyo disparo desvió con el guante derecho el portero hacia una zona a la que llegó Pipo para disparar con el meta batido, pero Ale salvó el 1-2 con el cuerpo cuando el esférico se dirigía al marco. Los jugadores santaeularienses se echaban las manos a la cabeza. No acababan de creérselo.

Del Tamaraceite no había noticias en ataque. Tan negado estaba en este apartado que no le quedó otra que probar fortuna con disparos muy lejanos y desviados como el de Zizu en el minuto 61.

POR POCO
A falta de 20 minutos para el final, Nacho dispuso de una doble ocasión. Primero, remató mal ante la salida del portero un pase interior de Pipo. Poco después, su disparo tras hacer un sombrero a Ale se marchó muy desviado.

La Peña insistió sobre la portería rival y un pase de Fran Núñez en paralelo por el área pequeña no encontró rematador por poco. En el último minuto, una acción individual se quedó en nada cuando el último defensor local despejó la pelota en la frontal del área. Ahí murió un partido que dominó un conjunto peñista que, visto lo visto, parte como favorito para el encuentro de vuelta.