La primera parte fue insípida. Muchos esperaban que los celestes, motivados por el cambio de entrenador, salieran a comerse a su rival, pero de eso nada. Al fin y al cabo, no deja de ser un enfrentamiento de once contra once y el Recre, mejor posicionado en la tabla, también juega.
La igualdad fue la tónica dominante durante los primeros 45 minutos, en los que apenas hubo aproximaciones de verdadero peligro sobre ambas porterías. Los locales no encontraban la forma de romper el entramado defensivo de los onubenses, bien plantados con un 4-4-2 en el que Quiles y Caye Quintana eran los más avanzados.
Ante la falta de espacios, Chavero, quién si no, decidió probar la vía clásica del disparo exterior. A los ocho minutos, el centrocampista recibió el balón en un saque de banda y, al ver que nadie le entraba, condujo el esférico unos metros hasta lanzar un zapatazo que se marchó por encima del larguero. Poco después, Herrera también envió la pelota a las nubes en un remate de cabeza tras un buen centro de Riverola.
La réplica de los andaluces fue como instantánea como un sobre de Cola Cao Turbo en un vaso de leche. De hecho, la respuesta enmudeció a la grada de Can Misses. Iván González, en una falta algo lejana, lanzó un obús que se estrelló en el palo y golpeó a continuación en el cuerpo del portero, que pudo hacerse con el balón. Susto gordo.
Parecía que la única forma de intentar romper el ‘cerorecismo' era así, con tiros exteriores o acciones a balón parado. Quizá por eso tanto Carlos Martínez, cuyo disparo repelió Fran Grima, como Javi Serra, que también se encontró en su camino con un defensor, y Chavero, en una falta directa ya en tiempo de prolongación, optaron también por esta vía. Eso sí, sin suerte. Así pues, no fue de extrañar que los jugadores enfilaran el camino a vestuarios sin goles.
La segunda parte fue otra historia. Sólo el vestuario sabe lo que se habló en él durante el intermedio, pero lo cierto es que los pupilos de Andrés Palop sí saltaron con hambre de victoria al campo. En el primer minuto, Javi Serra ya avisó con un centro que a punto estuvo de cabecear Riverola. La respuesta de Quiles no fue más que un espejismo, porque en esta segunda mitad sólo hubo un equipo que quería ganar y ése era el Ibiza. Borriello tuvo su primera ocasión en un cabezazo a la salida de un córner que atrapó sin problemas el meta. Acto seguido, Borja Díaz vio cómo le anulaban un tanto de cabeza por fuera de juego.
Coincidió esa acción con los mejores minutos de los locales, que empezaron a gustarse en las jugadas de combinación y asediaron continuamente la portería rival. Herrera, por partida doble, pudo desequilibrar la balanza, pero fue Javi Serra quien finalmente lo hizo. El extremo lanzó desde el vértice del área un disparo plano al segundo palo que desató la euforia en la grada. Por fin se pudo cantar un gol en Can Misses.
José Antonio Salmerón reaccionó dando entrada a Ródenas por Pina y jugando con una defensa de tres. El Recre tuvo más peso en este último cuarto de hora, pero fue el cuadro unionista el que más cerca estuvo de marcar. Una gran contra de Fobi no supo definirla Javi García. Afortunadamente para los suyos, no hizo falta ninguna diana más y la UD Ibiza resucitó así de sus cenizas con tres puntos que le permiten tomar oxígeno y poner fin a dos malas rachas: la goleadora y la de partidos sin ganar.
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