Álvaro Muñiz posa en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Álvaro Muñiz (Gijón, 07-09-1988) fue el héroe de la gran noche vivida por el Formentera anteayer en San Mamés. El centrocampista rojinegro marcó el gol que eliminó al Athletic Club en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey merced a un inapelable cabezazo a la salida de un córner cuando ya no había tiempo para más. El asturiano, durante la escala a Ibiza en la Ciudad Condal, aseguró que, sin duda, el tanto en La Catedral fue «el más importante» de su vida.

—El día después de marcar un gol histórico, ¿cómo recuerda ese tanto?
—Lo recuerdo con mucha alegría. Es una alegría que no se puede describir, algo que todavía estás asimilando. No han pasado ni 24 horas y lo sigo asimilando. Lo que sí puedo decir es que estoy muy feliz.

—¿Cómo fue su reacción tras el apoteosis del 0-1 en San Mamés?
—El balón entró y corrí al córner donde estaban nuestros aficionados. Nos abrazamos todos. Pensaba que íbamos a realizar el saque de centro, pero resulta que ya había terminado el partido y seguimos celebrándolo, porque rápidamente aparecieron Chechu, Germán y todos. Entonces, dije ‘hostia, esto ha terminado ya’.

—Cuando llegó al vestuario, ¿echaba humo su móvil?
—Cuando lo cogí estaba saturadísimo. Tardé en contestar porque lo primero que hice fue dar las gracias a la familia, que siempre está ahí y es quien más sufre. En la ida no pude jugar porque estaba lesionado y ayer –anteayer para el lector– salí en el minuto 75. Soy un profesional y me dedico a jugar, pero mis padres son los que de verdad están ahí en el día a día.

—Ya sabemos que Marcos le dijo que iban a marcar en ese córner. ¿Qué han comentado posteriormente sobre ello?
—Marcos me dijo ‘te doy las gracias por escucharme’ y le contesté ‘no, te escuché y te vi convencido de que marcábamos’. Se dio la casualidad de que entró.

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—También confesó el portero que era él quien marcaba.
—Sí, él dijo que había soñado que marcaba de córner como Palop, pero me tocó a mí. Ha sido impresionante.

—¿Qué rival prefieren ahora?
—Todo el mundo quiere al Real Madrid, el Barça o el Atlético. Teníamos mucha ilusión por que nos hubieran tocado ellos y esperamos que esta vez toque alguno de esos equipos.

—¿La Copa pasaría a ser un marrón si les tocara el Lleida?
—No, para nada. Sería otro partido más y habría que afrontarlo igual que contra cualquier otro equipo. La repercusión no es la misma, pero se podría afrontar como la posibilidad de pasar otra eliminatoria ante un rival de nuestra misma categoría y nivel. No haría falta una hazaña como contra el Athletic.

—Pasar de ronda también supone ver reducidas sus vacaciones.
—Sí, se nos han fastidiado tres días, pero por una buena causa. Si es por algo así, esos días se quitan sin ningún problema.

—Pero, antes, este domingo, vuelta a la realidad contra el Badalona.
—Sí. Ayer –por anteayer– jugamos en San Mamés y, mañana, entrenamos en el Municipal de Sant Francesc. Volvemos a la realidad y lo que queremos es ganar para superar la barrera de los 20 puntos en una primera vuelta bastante notable. Pasar esa barrera sin haber acabado la primera vuelta nos vendría muy bien.

—¿Ha vivido algo así en su trayectoria deportiva?
—No. He vivido ascensos a Segunda B y he marcado en una prórroga en una ronda de play off, pero un gol así en un estadio de esta categoría no lo hice nunca. Es el gol más importante de mi vida.