Un 9-0. Ésa es la racha que arrastra la Peña en su inicio de liga. El motor no arranca. Ni a la primera, ni a la segunda ni a la tercera. De los tres partidos, dos los ha jugado en el Municipal de Santa Eulària, con el factor campo a su favor. Ni eso. A sus jugadores les falta acierto y mentalizarse de que están en División de Honor, una liga donde se pelea cada balón como si fuera el último. No dan regalos.
Ayer fue otra jornada para no recordar. Los de Raúl Casañ fueron derrotados en casa ante el Cornellà por 0-1. Angelet, en el minuto 49, ideó un magistral disparo desde la frontal del área, cuya trayectoria no pudo más que ser seguida por Leo con la mirada. Ése fue el único y definitivo gol del encuentro. La Peña debió hacer más.
El partido empezó como acabó para los de Casañ. Las precipitaciones en los pases les lastraron en la mayor parte del partido. Le costaba salir con el cuero. Ni por las bandas ni desde el centro del campo. El balón les pesaba a los peñistas. El Cornellà olió a su presa y, poco a poco, se hizo con el control de la pelota. Lo hicieron fácil: control, pase. Así, hasta hipnotizar a la Peña, que no aprovechó las pérdidas del conjunto catalán.
Las cosas bien hechas acaban dando sus frutos. De eso pueden dar fe los de Rubén García, que ya el minuto 16 pusieron en alerta al Municipal de Santa Eulària con un misil de Angelet que escupió el larguero. La Peña lo pasaba mal y las indecisiones iban in crescendo.
Cinco minutos más tarde, Kilian se paseó por el área para servir en bandeja un pase de gol que Kike Tur despejó sin contemplaciones. Antes de cumplirse la media hora de partido, Ignasi probó desde la media luna y su disparo se marchó fuera.
La Peña no estaba en el partido. Intentar, lo intentaba, pero sin demasiada fortuna. Los catalanes escribieron una primera mitad para el recuerdo. Bien posicionados, sin rifar el balón y generando ocasiones de peligro. Mejor, imposible. A tres minutos de cumplirse el 45, Retu tuvo en sus botas la ocasión de adelantar a su equipo, pero la defensa local desactivó su remate con una posible mano dentro del área. La polémica estaba servida.
La última fue para la Peña tras un saque de esquina. El balón le llegó a Moi y éste lo colgó al punto de penalti para que Jay, solo ante el guardameta, fallara de cabeza una de las ocasiones más claras. Imperdonable. Así se llegó al final de la primera mitad. Estaba todo por decidirse en el segundo round.
Los siguientes 45 minutos se iniciaron con el gol del Cornellà. Cuatro minutos después del pitido inicial, en el 49, Angelet, sin marcaje rival, se preparó el balón en la frontal del área para fusilar la portería custodiada por Leo y hacer el 0-1. Aun así, el dominio del Cornellà en la primera parte no se trasladó a la segunda. La Peña, por el contrario, dio muestras de querer despertar.
Casañ no vio las cosas claras. Los primeros cambios de la Peña llegaron por partida doble en el minuto 54. Adri Mercadal y Nacho sustituyeron a Soute y Kike Santiago. Ello avivó al equipo, pero no sirvió de mucho. Moi pudo ser lo que no fue. Tuvo dos ocasiones para decir basta e iniciar el camino a la gloria. Finalmente, sus opciones quedaron empañadas. Las más clara, en el minuto 59. Se plantó solo delante del portero, con todo de cara, pero la portería se le hizo pequeña. Iñaki barrió un disparo que podría haber cambiado el rumbo del partido.
La Peña lo intentó hasta el minuto 94. Nada le salió bien. Conforme pasaron los minutos, los nervios se apoderaron de los peñistas, que lo vieron todo oscuro. El pitido final le despertó. Ya no había tiempo para más. Tres partidos, tres derrotas.
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