P. CALVIÀ: 2
El Ciudad de Ibiza decepcionó en su regreso a la competición en el primer partido de 2017. El equipo de Ibon Begoña se tuvo que conformar con un empate, y gracias, contra el Platges de Calvià después de dejar escapar un 2-0 a su favor al descanso. El conjunto vilero, al más puro estilo Dr. Jekyll y Mr. Hyde, ofreció dos caras muy distintas en cada mitad y eso le pasó factura, pues acabó cediendo dos puntos que tenía a su alcance.
Los de Vila emprendieron rumbo hacia la victoria con un aceptable primer tiempo, en el que fue capaz de ponerse con un 2-0 a su favor. Lozano y Brian se encargaron de poner tierra de por medio en unos interesantes 45 primeros minutos.
El City no tardó ni 60 segundos en poner a prueba al portero visitante, que atrapó bien el balón tras un disparo en el interior del área. Tardó en producirse la segunda oportunidad del partido, pero la espera mereció la pena al acabar con el balón en el fondo de la red. Un saque de esquina ejecutado por Galera derivó en una segunda jugada que aprovechó Lozano para fusilar al portero por el primer palo pasado el primer cuarto de hora de juego.
La réplica la dio Flaqué en el minuto 25. El delantero le tiró un caño a Rosa para encarar a Carlos, que sacó una mano providencial en su salida para mandar el balón a córner. Los mallorquines se vinieron arriba y buscaron con ahínco el empate. Un cabezazo de Alain en una falta lateral y un disparo lejano de Mayans fueron las intentonas de los visitantes por establecer las tablas, pero se quedaron en eso, en intentos baldíos.
En la recta final, el cuadro de Carlos Martínez cometió un inocente penalti por mano de Gabri. Brian no perdonó desde los 11 metros, estableciendo el 2-0 con el que se llegó al descanso.
La segunda parte comenzó muy movida. Para empezar, el míster de los mallorquines decidió hacer un triple cambio de inicio. «Y no hice siete porque no pude», confesó tras el encuentro. Josemi, Oliver y Adri, que resultó crucial, saltaron al campo en sustitución de Alain, Bernat y Mayans.
La jugada le salió perfecta al Platges de Calvià, pues prácticamente en un abrir y cerrar de ojos empató la contienda. El equipo mallorquín necesitó poco más de tres minutos para recortar distancias merced a un regalito de Reyes de su rival. Andrés, de vaselina, marcó en propia meta al tratar de despejar un centro en una falta que no entrañaba absolutamente ningún peligro.
El tanto metió el miedo en el cuerpo del City, que empezó a ser dominado por su adversario. El control visitante acabó dando sus frutos en el minuto 57, cuando un zapatazo de Adri al palo largo hizo inútil la estirada de Carlos y subió el 2-2 al electrónico.
Ibon Begoña trató de dar otro aire a los suyos con un doble cambio: Cardona y Tomillero por Jordi y Brian, que se fue visiblemente enfadado del terreno de juego. Un minuto después, Ramos vio la tarjeta roja por una presunta agresión, lo que dejó al City sin puntas. Lo mejor que podía pasarle era mantener el empate, como así fue a pesar de que Reales casi marca un autogol en el descuento al pasar el balón, que se marchó a córner, a su portero. Mal menor.
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