Los más pequeños se lo pasaron en grande en las dos pistas que se montaron para la ocasión. El frío y la lluvia no les frenó.

El fútbol sala es un deporte que gusta, y mucho, sobre todo entre los pequeños. Por eso, no es de extrañar que el bulevar Abel Matutes se convirtiera ayer en una pista para multitud de jóvenes que disfrutaron con el balón pequeño a pesar de que la climatología no acompañó.

Ni el frío ni la lluvia impidió que los niños se lo pasaran en grande en un escenario tan particular y adaptado para la ocasión. Se montaron dos campos de fútbol sala y se hicieron diversos partidos a lo largo de la mañana. En la diada tomaron parte clubes como el Gasifred Atlético, la Peña Deportiva y el San Pablo, así cómo jóvenes de la escuela municipal de fútbol sala de Ibiza.

Los resultados eran lo de menos, puesto que lo importante era practicar deporte y, más concretamente, el del deporte que llegó a ser denominado ‘de moda’ por los grandes éxitos obtenidos por la selección española.