Los mallorquines Rigo y Mestre, con los dorsales 43 y 44, respectivamente, dominaron la carrera desde el inicio. | Toni Escobar

La XXXVII Mini Maratón de Sant Bartomeu tuvo color mallorquín con el triunfo de Tomeu Rigo (Inca Garden) en categoría absoluta, donde la segunda plaza fue también para el mallorquín Marc Mestre (del A.D.A. Calvià pero que podría fichar en breve por el C.A. Pitiús). La tercera posición fue para el ibicenco Juan Carlos Añibarro (C.A. Pitiús).

Los 3.000 metros de la prueba, disputada en un circuito urbano en el centro de Sant Antoni, se convirtieron desde el principio en un duelo particular entre los dos mallorquines, que se inclinó finalmente a favor del campeón balear de los 1.500 y 3.000 el pasado invierno. Mestre, subcampeón balear de los 800, mantuvo sus opciones prácticamente hasta el final, pero no pudo responder al sprint de Rigo en el último descenso, desde la iglesia al paseo de ses Fonts.

Así, Rigo cruzó la meta con un tiempo de 9'58''. Once segundos después llegaba Mestre, y con 10'29'' Añibarro se adjudicaba el bronce tras dejar atrás a Nicolás Lebrón, que le había acompañado durante casi toda la carrera. El atleta del Pitiús, vencedor en 2013, manifestó que sabía de antemano que los mallorquines se disputaron el triunfo: «Los ibicencos contábamos con luchar por el tercer puesto; me he sentido fuerte y lo he conseguido, aunque apenas he empezado a entrenar».

Gámez, superior

En cambio, en el cuadro femenino, la victoria sí se quedó en casa, con una Carolina Gámez (C.A. Santa Eulària) que impuso su ley con una gran superioridad.

Gámez, que el año pasado fue segunda, aprovechó la ausencia de la anterior campeona, Sabina Corral, para salir como una bala y no dejar opción al resto de sus rivales con un tiempo de 13'27''. Pilar Tur fue segunda a más de dos minutos (15'46'') y África Nuez fue tercera con una marca de 16'03''.

Por otra parte, decenas de corredores de todas las edades participaron en las distintas categorías, desde los mini baby, con apenas dos o tres años, hasta los veteranos, algunos de más de 70 años.

Antes de iniciarse la absoluta masculina, los organizadores extendieron una pancarta y efectuaron un minuto de silencio en solidaridad con el pueblo sirio, reclamando el fin del conflicto bélico que vive el país y que está provocando un éxodo masivo y un gran drama humano.