Una acción del partido de ayer entre el Ushuaïa Ibiza Voley y el CAI Teruel. Foto: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

No hubo milagro ni por asomo. El Ushuaïa Ibiza Voley no pudo hacer nada para evitar la derrota ante el CAI Teruel, un equipo al que nunca ha vencido y que está a otro nivel en comparación con los pitiusos.

El conjunto turolense fue una auténtica apisonadora y pasó por encima de los amarillos como si nada. Los visitantes fueron superiores en todas las facetas del juego y supieron especialmente explotar su altura para hacerse fuertes en el bloqueo.

Los peores augurios se cumplieron desde el inicio. Tras el 3-3, un parcial 0-5 llevó a los de Carlos Carreño al primer tiempo técnico con una considerable ventaja de cinco puntos. La ventaja llegó a alcanzar los ocho puntos, que fue precisamente la diferencia con la que se cerró el primer set (17-25).

En la segunda manga, la historia fue parecida. 5-8 para el CAI Teruel en el primer tiempo técnico y una máxima ventaja de siete puntos (12-19), absolutamente insalvable a tenor de lo visto sobre la pista. Además, Nicolás Ronchi, la principal arma ofensiva de los ibicencos y que a la postre fue el máximo anotador local con 12 puntos, no se encontraba del todo cómodo y mandó dos saques al limbo. El 20-25 final dejaba a los de Toni Gino en una situación complicada. Y es que remontar dos sets al CAI Teruel es poco más que una utopía.

En el tercer juego, los locales fueron capaces de dominar en el comienzo, marchándose al primer tiempo técnico con dos puntos de ventaja (8-6), la máxima que había disfrutado hasta entonces. Incluso ascendió a tres poco después (9-6).

El equilibrio se mantuvo hasta el 14-14. Entonces, ‘la naranja mecánica' metió una quinta marcha, se escapó de cinco (15-20) y, pese a la tímida reacción amarilla (18-21), se adjudicó el partido tras un saque a la red de Ronchi que supuso el definitivo 21-25.