El ibicenco Vicent Riera, en acción durante un campeonato. | Redacción Digital

Tras su primer año en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, Vicent Riera está dispuesto a continuar otro más. Sin embargo, no depende de él, sino del ‘staff' técnico de la Federación Española de Bádminton.

«Depende de la valoración del ‘staff'. Tienen que ver en mí opciones de progresión para continuar en el CAR. De momento, yo ya he dado el visto bueno a la federación para continuar», dijo el jugador ibicenco, que esta temporada disputó el Campeonato del Mundo júnior en Malasia con la selección española, entre otros grandes torneos.

Riera tendrá que esperar al próximo mes para conocer la respuesta sobre su futuro. El jugador sueña con poder prolongar su estancia en la capital. «Espero poder seguir creciendo y entrenar en el CAR», comentó al respecto.

Vicent se pone a sí mismo un notable como nota particular al curso realizado: «A pesar de los cambios en la dinámica del entrenamiento y los diferentes resultados y convocatorias, me pondría un siete», dijo el jugador, que consiguió esta campaña dos medallas dep lata en el Master de Granollers y ha tenido diversas participaciones internacionales.

«Para mí ha sido un orgullo formar parte del combinado nacional júnior. Me quedo con eso y la experiencia tras todos los torneos internacionales disputados esta temporada», aseguró.

El jugador ibicenco cerró ayer el curso con la disputa del Spanish Open, que se celebra en el pabellón Marqués de Samaranch de Madrid. Riera cayó en primera ronda tanto en el individual como en el dobles mixto. En el ‘single' lo hizo ante el finlandés Likka Heino por 2-0 (21-9 y 21-15), mientras que en el dobles, formando pareja con su compañera en el CAR Laura Samaniego, cayó contra el propio Heino y Mathilda Lindholm por 2-1 (21-17, 19-21 y 21-14).