Milagro sobre goma

Existe un partido en la historia del deporte mundial que ha dejado huella de por vida y al que se conoce como ‘El milagro sobre hielo'. Incluso existe una película con dicho nombre que narra los hechos. Este encuentro fue el que enfrentó a Estados Unidos, que acababa de montar un equipo de universitarios, contra la todopoderosa Unión Soviética, que acumulaba cuatro oros consecutivos y no perdía desde 1964, en los Juegos Olímpicos de 1980, dentro de la disciplina de hockey sobre hielo. Los americanos venían de perder por 10-3 un partido amistoso contra los soviéticos unos días antes del evento y encima su mejor hombre estaba lesionado, aunque jugó. Pese a todos los obstáculos y sus escasas opciones, el combinado de EE. UU. ganó ese duelo de semifinales por 4-3. Fue un auténtico milagro, como el que se vivió ayer en sa Blanca Dona –salvando las distancias–. Los azulinos, exentos de suerte esta temporada, remontaron un 0-4 en la segunda parte a pesar de todas las piedras que encontró en su camino. A falta de 18 segundos, un tanto de Clayton dio los tres puntos a un ‘Gasi' que sale de la zona de descenso.

Sa Blanca Dona presentaba un aspecto inmejorable para la ocasión, con más de medio millar de ruidosos espectadores listos para arropar a los ibicencos en un partido clave, «una final» como avanzaba el técnico Julio Mougán. Pero todos se llevaron un chasco cuando los azulgrana se pusieron 0-3 en apenas nueve minutos de juego.

Arranque demoledor

Eric Martel, que fue una pesadilla continua, fue el encargado de abrir el marcador en la primera ocasión para los visitantes, que no habían hecho méritos para ir por delante en el electrónico. Mougán probó con otro quinteto distinto –lo mismo hizo Andreu Plaza–, pero la asfixiante presión a tres cuartos, el juego de toque y la habilidad en el uno contra uno de los barcelonistas pasaron factura don dos nuevos tantos: uno, en un balón suelto que aprovechó Tolrà y, otro, en un disparo exterior de Pepe Font.

El preparador del ‘Gasi' decidió entonces que la única forma de contrarrestar el potencial del tercer clasificado y hacerle daño era quitándole el balón. Y qué mejor manera que con el portero-jugador. Ernesto se enfundó la elástica roja y los locales alternaron desde entonces el juego de cinco y el habitual.

Esta táctica sirvió para frenar el ciclón ofensivo del Barça B, pero no para reducir distancias. Los azulinos no hallaron ocasiones claras y apostaron por disparos exteriores con más corazón que cabeza. Los que sí tuvieron un par de oportunidades manifiestas de gol fueron los azulgrana, pero Juanan se lució, sobre todo ante un tiro de Eric cuando quedaban 25 segundos para el descanso.

Tras la reanudación, el equipo de Julio Mougán no cambió de argumentos. A jugar de cinco y punto. Joan y Juanito se acercaron al gol, pero el que lo logró fue el cuadro de Andreu Plaza. Poco después de un lanzamiento al palo, Eric Martel amplió la renta al aprovechar un rechace. Mal pintaban las cosas.

Pero el público no dejó de animar ni el Gasifred de creer. En dos minutos, del 25 al 27, el equipo ibicenco fue capaz de marcar tres goles. Clayton demostró que la portería de Julio se podía perforar. Acto seguido, Toni Rosselló hizo el segundo tras una asistencia de Jon. La alegría crecío cuando Joan, tras una buena recuperación de Leo, ponía a los suyos a tiro de uno.

El éxtasis

Entonces llegó la polémica... y la heroica. Un posible penalti sobre Leo, una falta mal pitada –no se aplicó la ley de la ventaja– cuando dos jugadores encaraban la portería ante un defensor y la rigurosa expulsión de Juanito –si no le hubieran mostrado la segunda no habría pasado nada– limitaban las opciones ibicencas. Los locales no perdieron la esperanza y, pese a estar en inferioridad, igualaron la contienda cuando decidieron jugar con cuatro hombres de pista y la portería vacía. Increíble, como más aún lo fue que Clayton, en la última acción de ataque local, marcara a pase de Leo. Fue un auténtico milagro, pero no sobre hielo –aunque helados se quedaron los barcelonistas–, sino sobre goma.

Mougán: «Sa Blanca Dona ha vuelto a ser talismán»
«La clave ha sido la fe y, sobre todo, sa Blanca Dona, que ha vuelto a ser talismán. Tanto los jugadores como el público seguían inexplicablemente creyendo a pesar del 0-4. Algo en el aire debía haber para que nos lo acabáramos creyendo todos», dijo Julio Mougán al término del partido. El entrenador de los azulinos afirmó que decidió arriesgar porque «un punto no era un bagaje suficiente y teníamos que ser egoístas». Cree que la victoria les «reforzará un poco más», pero recordó que «por estar bien emocionalmente no seremos más competitivos en Martorell», escenario del próximo duelo.

Juanito: «Ganar así es lo máximo; no se puede pedir más»
«Ganar así y contra un rival como el Barça B es lo máximo. No se puede pedir más. Estoy muy contento y orgulloso de este equipo», dijo Juanito tras el pitido final. El pívot azulino cree que cometió «un error» con su expulsión, pero piensa que sirvió de revulsivo: «Ha supuesto un extra de motivación para mis compañeros, que han sacado el partido adelante dándole la vuelta al marcador. Me quito el sombrero ante este equipo».

Ernesto: «Entre todos vamos a sacar esto adelante»
Ernesto Espinosa, uno de los capitanes del Gasifred, dio «un 10 a todos». «Este partido sirve para que la afición se enganche y nos ayude en los momentos difíciles. Ver el pabellón lleno te da un plus de motivación y de ganas», comentó el ala leonés, que quiso agradecer el trato recibido: «Gracias a todos, incluida la prensa. Entre todos sacaremos esto adelante y tendremos un equipo en Segunda el año que viene. Eivissa, toda la gente que nos apoya y nosotros lo merecemos».