Riera, Colomar, Mar Sánchez, Troppa y Vivancos posan tras la firma de las subvenciones de Illesport de 2009. | Marco Torres
Las deudas contraídas por la Fundació Illesport con una docena de deportistas ibicencos de elite, a nivel individual, empiezan a traer cola. Más de uno se replantea la programación de la temporada e incluso alguna, como Irene Colomar, apunta que no es descartable la búsqueda de un trabajo para poder mantenerse en competiciones de elite, máxime cuando su deporte, el karate, no es olímpico y se ve más limitado a la hora de recibir subvenciones.
Otros saben que tendrán que rascarse el bolsillo propio, el de los padres o el de sus clubes -si no lo han hecho ya- o tirar de becas antiguas si han sabido administrarlas bien, caso del arquero Dani Morillo. No queda otra. Y es que son 153.250 euros los que adeuda la institución con respecto a 2011, es decir, cerca de 13.000 por barba, sin contar con el hecho de que aún no ha satisfecho subvenciones anteriores.
El windsurfista Mateo Sanz, campeón del mundo sub 19 de la clase RS:X el año pasado, aún espera cobrar algo de los 23.000 euros que le deben desde 2009. Increíble, pero cierto. Su ‘suerte' es que «la Escuela de Vela de Formentera cuenta con la ayuda del Ayuntamiento». El windsurfista lamenta que «tenemos que adelantar el dinero nosotros y he de tirar de mis padres». «Todo este retraso nos afecta porque no podemos comprar tanto material ni del nivel deseado», agregó el formenterense, que en febrero y marzo afrontará el Europeo, en Madeira (Portugal), y el Mundial absoluto, en Cádiz, respectivamente.
En una línea similar se pronunció el regatista Marc Terrasa, al que deben 5.000 euros. «Nos afecta a nivel de material y tenemos que pedir más cosas al club. Entendería que éste nos cortara un día el grifo. Estoy más preocupado por la EBE. Entiendo que no hay dinero, pero está firmado». Terrasa no cree que haya que tomar alguna medida de protesta como eliminar las publicidades de las instituciones. «Las pegatinas no molestan y siguen en la embarcación, pero si las eliminara no me quitaría el sueño», dijo con cierta indignación.
Magali Foulon, arquera del club Es Cubells, está tan desencantada con este asunto que no le preocupa ni siquiera la reducción para el próximo año. La razón es muy simple. «Primero que paguen lo del año pasado. En realidad, ya da igual que la próxima subvención sea mayor o menor. Hay gente que no ha cobrado en dos años», afirma la deportista, que se ve venir un calendario mucho más limitado al no poder financiar ciertos viajes: «Este año nos han dicho que las chicas vamos a ir al Europeo y a la última World Cup. A otras iremos en función de si tiramos bien o no, porque no hay dinero». Foulon entiende que «hay prioridades como los servicios sanitarios», pero recordó que «hemos firmado un contrato» y que «la última firma se hizo muy pronto porque venían las elecciones». «Lógicamente, nosotros no íbamos a decir que no firmábamos. No tendría sentido», sentenció.
Futuro poco alentador
Irene Colomar ve «más negro su futuro sin las ayudas». «En mi caso, por no ser el karate un deporte olímpico, están más limitadas las ayudas. Que nos las rebajen nos complica mucho seguir. Si no hay ayudas, hay que ponerse a trabajar. ¿Es un marrón? Sí. ¿Lo vemos peor cada día? También. En mi caso, he de tener paciencia para ver si se soluciona y tirar de ahorros», explicó la karateca, que los días 19 y 20 peleará en la Copa de España, en Melilla.
Dani Morillo, olímpico en Pekín'08, también ve negro su futuro. «Vivo, entre comillas, de las subvenciones. Me mantengo con ellas. Son malas noticias las de Illesport, porque tu vida deportiva se puede acortar. Por suerte tengo algo de margen porque no me he pillado los dedos», dijo el arquero, que indicó que la deuda y la decisión de dar ‘tijeretazo' a las ayudas afectan «a todos los niveles». «Sobre todo afecta a la cabeza por la preocupación que tienes. Si tuvieras seguridad, podrías ir a alguna competición, pero es que no sabes si te la tienes que pagar tú mismo. Tampoco puedes probar por material nuevo cuando sabes que la innovación te hace mejorar», explicó. Morillo destacó que ha «cumplido el contrato llevando la publicidad». «Les toca a ellos», apuntó.
Los más indignados
El atleta Felipe Vivancos, al que le deben 14.250 euros de 2010 y 28.500 de presente año, y el yudoca Víctor Canseco son los que más molestos están. El vallista subrayó: «En mi club, el Pitiús, no me pagan absolutamente nada, precisamente porque lo hace Illesport. Nos han dejado en calzoncillos. Por suerte tengo otra beca que me deja tirar adelante, pero muy justo. Lo gracioso es que le he pagado a Hacienda por un dinero que ni he cobrado». El atleta no descarta «cambiar de club» si no cobra, una opción que Canseco no pretende tomar, peo que tampoco descuida: «No soy un mercenario que, recibiendo 5 en Balears, se va a otro lado por 10, porque el sentimiento es el sentimiento, pero si en un lado te dan 0 y en otro, 2, te vas de cabeza».
El luchador se refirió a la necesidad de las ayudas: «No se puede vivir sin ellas a no ser que seas rico, y yo vengo de familia trabajadora». El yudoca recordó que «cuando se habla de mí, se habla del ‘josepí', de ibicenco y del balear, y considero justo que los sitios referidos ayudaran, porque salimos a defender una bandera y unos intereses. A día de hoy, estamos haciendo una publicidad gratuita a pesar de no tener ni para ir a una competición». Canseco es otro de los que trabajan aparte, dando clases de judo en dos colegios de Madrid, para tirar adelante. Su sentido de supervivencia, como el de muchos otros, ya está en ‘on'.
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