Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Pero no todos son así. Algunos saben el valor de algo sin necesidad de perderlo, como la veintena de triatletas que realizó ayer el denominado Requiem por el Home de Ferro, una prueba sin carácter competitivo y en la que lo importante era pasarlo bien, ya fuera a nado, pie o bicicleta, en una simulación de la cita ibicenca que debía disputarse ayer pero que tuvo que ser cancelada recientemente.
En la playa de ses Figueretes se congregaron, poco antes de las 08,00 horas, entre 15 y 20 personas para realizar la parte de natación. Como el oleaje era importante, se tomó como referencia una boya a la que llegar y dar la vuelta sólo una vez. Si alguno se quedaba rezagado, los demás esperaban. Se trataba de pasarlo bien, de disfrutar e ir en grupo, no de competir.
A dos ruedas
Una hora más tarde tocaba el trazado en bicicleta. Entonces se añadieron más participantes, aunque también se borró alguno. Y es que daba igual hacer sólo un trazado o todo. Entonces comenzó el camino hacia Cala d'Hort.
A las 11,30 horas estaba programado el recorrido a pie. La playa de ses Figueretes volvió a ser el punto de partida. Se siguió el mismo recorrido del antiguo Home de Ferro, con subida a Dalt Vila incluida. Eso sí, la principal diferencia es que la cita oficial contaba con cuatro vueltas. Ayer, una fue suficiente para recordar, con melancolía y nostalgia, uno de los eventos más importantes celebrados en la Isla.
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