Acoso sin derribo

Dos sabores en una misma boca. Eso es lo que se le quedó ayer al San Rafael al término del partido contra el Santanyí. Por un lado, la dulzura de empate conseguido en el minuto 84. Por otro, la agria sensación de haber dejado escapar con vida a un equipo mallorquín que estuvo contra las cuerdas durante la mayor parte del partido. Como si de un combate de boxeo se tratara, el 'San Rafi' llevó a la esquina a su contrario, pero la campana impidió el KO. Fue un acoso total, sobre todo en la última media hora de juego, en la que no encontró la recompensa deseada.
El conjunto 'rafeler' no tardó en poner de manifiesto su superioridad. Con un mejor trato al balón y un posicionamiento sólido, los pupilos de Mario Ormaechea se encargaron de llevar el peso del partido en el arranque. De hecho, disfrutó de dos ocasiones de gol a los siete minutos, primero con un cabezazo arriba de Iván Guzmán y, después, con un disparo desde fuera del área de Adrián Ramos que despejó el portero.
El cuadro 'blue' no dejaba maniobrar lo más mínimo a los visitantes, que bastante hicieron con ir asentándose sobre el terreno de juego para tapar espacios. Los locales tuvieron que recurrir a los tiros exteriores, como uno de Pepe Grimaldo, en el minuto 17, que Linares desvió a córner, para generar peligro.
Una chilena de Adrián Ramos que se estrelló en un defensa fue la última dosis de espectáculo 'rafeler' en este primer tiempo. El Santanyí se sacudió la superioridad rival de un plumazo. De hecho, creó las mejores ocasiones de este acto en los últimos minutos.
Nacho Azcona desperdició un pase de la muerte en el minuto 34 al rematar a las manos de Javi Seral. Poco después, Pepe Grimaldo sacó sobre la misma línea de gol un cabezazo con marchamo de gol. No fue la única gran intervención de un defensa 'rafeler', pues Carlos Rodríguez, jugándose la expulsión, arrebató el balón 'in extremis' a Kiko cuando encaraba al portero en el minuto 44. Tomó aire el San Rafael, que pudo irse a los vestuarios por delante en el marcador en una jugada rocambolesca en la que Raúl estuvo a punto de marcar en su propia meta de no ser por los reflejos de Linares.
Tras el descanso, una pájara inicial pasó factura al San Rafael. Primero, Cristian estrelló en la parte superior del larguero un centro-chut. En la siguiente acción, Azcona empaló un balón en el área que se metió por el palo corto. Solamente había pasado un minuto.
El San Rafael se puso el mono de trabajo y se apropió de balón ante un equipo mallorquín que renunció completamente al ataque. Hasta seis córners en otros tantos minutos llegaron a ejecutar los de Ormaechea. En uno, Ramos rozó el empate de no ser porque su testarazo picado se dirigió al centro.
Revolución
Las entradas de Vicent, por Iván Guzmán, y Pedro, por Maline -Grimaldo dejó el pivote para ocupar el lateral izquierdo- dieron otro aire al 'San Rafi'. El primero dio más profundidad en la banda derecha y sirvió dos centros que no acabaron en gol de milagro.
Finalmente, en una segunda jugada, De Pablos marcó a cinco metros de la portería. Los locales salieron volando a poner el balón en el centro del campo. Querían la victoria. Fueron los únicos que la buscaron. Finalmente, sólo encontraron una postrera expulsión de De Pablos, según el árbitro, por tirarse, el peor final para un duelo en el que al acoso 'blue' sólo le faltó el derribo.