Una inyección de esperanza

A pesar de atravesar un momento crítico y de practicar un fútbol mediocre por los avatares de la temporada, la Peña Deportiva consiguió ayer un triunfo, obligo y deseado, que insufla de moral y esperanza al vestuario que capitanea el asturiano Luis Rueda. Lo de menos ayer fue la forma cómo venció el bloque de Santa Eulària a una inofensiva Penya Arrabal, farolillo rojo de la categoría por méritos propios. Lo importante de verdad era recortar tres puntos sobre un Binissalem afectado de vértigo en los últimos meses, que ya siente el aliento sobre la nuca del cuadro de la Villa del Río.
Manuel Expósito Salinas se estrenó como goleador en la Peña poco antes del descanso y Edu Moral, que había marrado un penalti a los 7 minutos de partido, sentenció la contienda en el último suspiro con una galopada marca de la casa.
La Peña pudo hacerle un siete a su oponente, sobre todo en una segunda mitad en la que mejoró con los cambios efectuados por Rueda. Pero la precipitación en unos casos, la ansiedad, en otros, y la falta de confianza fueron la clave para que el colista hubiera podido amargarle la tarde en algún despiste.
El partido parecía ponerse pronto de cara tras unas manos en el área del visitante Lirola. Edu Moral marró la pena máxima y Vicent, que se anticipó en el rechace, envió primero al larguero y, después, fuera rozando el palo (min. 8). Salinas encontró de nuevo el travesaño instantes después en un remate franco de cabeza (min. 14).
Después de un arranque fulgurante, la Peña se desvaneció. Fruto quizás de esa ansiedad por no marcar; de errar lo inverosímil. Lo cierto es que se niveló el choque, que cayó en una vorágine de imprecisiones, desorden y caos.
Futbolistas como Osky, Salinas o Edu hacían la guerra por su cuenta. Como queriendo resolver ellos solos, sabedores de su superior calidad individual. Así, entre balones en largo sin destinatario y escasa ilusión en lograr el objetivo se avanzaba hacia el descanso.
En un córner bien botado por Vicent, Osky peinó en el primer palo y Salinas en el segundo, sobre la misma línea de gol, encarriló la victoria (min. 40).
Notable mejoría
Tras el descanso, amenizado con la novedosa presencia de un camión cisterna que empapó la moqueta del Municipal, comenzó el baile de ocasiones para el equipo local. Primero Vicent y más tarde Piquero, que acababa de entrar, tuvieron en sus botad el 2-0. Edu Moral fue, en parte, el impulsor de estas y otras acciones ofensivas. Con el partido abierto y la Peña volcada llegó una nueva arrancada de Piquero que acabó sin éxito. A los 76 minutos el respetable rompió en aplausos tras un magistral pase al hueco de Osky y una bonita galopada de Edu cuyo disparo salió rozando el poste.
Eran los mejores minutos del equipo ibicenco, que no terminaba de matar el partido. Pudo hacerlo de nuevo Diego Piquero. Después de robar un balón y plantarse solo ante Borja, cruzó demasiado el balón; tanto que apunto estuvo de salir por línea de banda (min. 77).
Antes de que expirara el encuentro hubo tiempo para que Edu anotara su golito tras un gran control con el pecho y una excelente definición ante el meta visitante (minuto 90). La Peña respira de nuevo. Lo de ayer fue una inyección de moral y de esperanza ante las ocho 'finales' que restan. El objetivo, a seis puntos.