La Peña aviva su fe en el 'play off'

La Peña Deportiva consiguió ayer, por primera vez en el campeonato, encadenar tres victorias consecutivas al remontar a un combativo Collerense (3-1) y, gracias a los pinchazos de sus principales rivales, se sitúa a seis puntos de los puestos de play off.
El equipo se sobrepuso con fe y calidad al tanto de Miguel Àngel Espadas gracias a los goles de Edu Moral, por partida doble, y de Raúl Casañ. Además, fue capaz de vaciarse y sacar a delante el encuentro pese a que buena parte de los futbolistas actuaron mermados por la gripe.
Nada podía ayer con el conjunto de Luis Rueda. Ni si quiera el veterano colegiado Mulet Pacis, empeñado en desquiciar a los locales con absurdas tarjetas e incomprensibles decisiones que siempre beneficiaban al rival.
El dominio territorial de la Peña no se traducía en ocasiones en los primeros minutos de encuentro. Los de Rueda volcaban el juego por el costado izquierdo y en el ataque se apreciaba a un Edu Moral muy enchufado; ansioso por rentabilizar al máximo sus ocasiones de gol.
A los 16 minutos, la Peña reclamó un más que posible penalti sobre Manolo Aparicio que no apreció el linier. Dos minutos después, el Collerense robó un balón en la medular y montó una rápida contra. Agus sirvió un excelente centro desde la banda izquierda y Espadas, libre de marca, cabeceó picado para batir a Moro (min. 18).
El mazazo fue pasajero. Casañ elaboró una gran jugada de ataque abriendo en profundidad para Aparicio. El lateral ganó línea de fondo y sirvió al punto de penalti para que rematara Raúl Gómez. Marcos repelió el esférico y Edu, anticipándose a la zaga, remachó el empate (min. 20).
El canterano Yeste y el mencionado Aparicio pudieron dar la vuelta al marcador en las acciones siguientes antes de que Rubén Martínez abandonara el campo por lesión. Pablo Ríos retrasó su posición y Pierre Cotant reforzó la medular.
La variante sirvió para que la circulación del balón mejorase y así llegó una nueva penetración de Aparicio, cuyo centro al área desperdició Yeste en boca de gol (min. 35). No era sino el preludio del segundo tanto de la Peña. Raúl Casañ firmó uno de los goles de la temporada al enganchar un balón en la frontal del área, sin dejarlo botar, y dirigirlo con violencia a la escuadra opuesta (min. 36). Un golazo soberbio que celebró con rabia el 11 inicial de Luis Rueda.
Moro, salvador
La alegría pudo tornarse en desesperanza tras el saque de centro. Espadas, el más listo de la clase pese a su estatura y edad, le robó la cartera a Berto, Ríos y Fofi y armó un disparo en el punto de penalti que llevaba marchamo de gol. Entonces apareció una mano salvadora. Un guante de lo más oportuno. Carlos Moro se lanzó con decisión a su costado derecho y evitó lo que parecía un gol cantado (min. 37).
El delatero, ex de la Peña, tendría poco después una nueva ocasión de marcar ante la indolencia de la defensa ibicenca, pero su tiro salió demasiado cruzado.
Tras el paso por los vestuarios, el partido perdió velocidad y llegadas al área. El colegiado se erigió en el protagonista del encuentro mientras el juego ganaba en imprecisiones y balones divididos. La mejor noticia para la Peña era que el Collerense había perdido totalmente la fe en el empate. Raúl Gómez erró la ocasión más clara de la segunda mitad tras un pase al hueco magistral de Edu Moral. Pero en la jugada siguiente, el equipo de Rueda sentenció el encuentro. El '9' de la Peña pudo dedicar un nuevo gol al que fuera su entrenador en el Atlético Balears, Àngel Pedraza, con un testarazo impecable (min. 77). Remontada y aviso a navegantes.