Tomás trata de hacerse con el balón en el partido San Rafael-Ferriolense del pasado domingo. | Irene G.Ruiz
El Tourmalet es la cumbre ciclista más popular de los Pirineos, tal vez del planeta. Sus rampas están impregnadas de la mejor leyenda del ciclismo desde que en el año 1910 se escalaran sus 2.115 metros por primera vez en el Tour de Francia. Ahora no serán los ciclistas los que lo tengan que subir, sino los futbolistas del San Rafael, que afrontan el tramo más difícil de la temporada con tres partidos consecutivos de notoria dificultad.
El equipo de Mario Ormaechea, que encadena tres derrotas consecutivas y lleva un mes sin saber lo que es ganar un partido, está a seis puntos del cuarto puesto, el último de los que dan acceso al play off. Si el conjunto azulino quiere aspirar aún a la fase de ascenso, lo que sería toda una gesta para una escuadra recién ascendida, tendrá que sacar adelante los dos próximos compromisos ante equipos de la talla del Constància, tercero, y el Alcúdia, cuarto.
El cuadro de Nico López está inmerso en la pelea por el título de Liga, ésa que parecía reservada únicamente a la Peña Deportiva Santa Eulària y el Atlètic Balears. El Constáncia, que viene de perder contra el Santanyí (1-0), tiene 57 puntos, uno menos que el Balears, y está a cuatro de los peñistas. Por su parte, el Alcúdia ocupa la cuarta plaza de la tabla clasificatoria con 49 puntos, lejos del trío de cabeza, pero con un margen muy escaso sobre su grupo de perseguidores, formado por el Binissalem (47), el Ferriolense (45) y el San Rafael (42).
Acto seguido, el conjunto rafeler visitará el feudo del Montuïri, décimo con 40 puntos. Será él partido que cierre el Tourmalet antes de recibir al débil Alaior, el primero de los conjuntos que evitan la zona de descenso.
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