ESPAÑA 82

GRECIA 64

ESPAÑA (26+23+15+18): Rubio (5), Navarro (8), Rudy Fernández (14), Garbajosa (2), Pau Gasol (18) -cinco inicial-, Cabezas (8), Reyes (3), Mumbrú (9), Marc Gasol (6), Sergi Llull (9) y Claver (0).

GRECIA (21+19+11+13): Bourousis (11), Zisis (6), Spanoulis (7), Fotsis (8), Perperoglou (2) -cinco inicial-, Schortsanitis (5), Printezis (7), Kalampokis (0), Calathes (10), Glyniadakis (4), Kaimakoglou (0) y Koufos (4).

Àrbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Ilija Belosevic (SRB) y Robert Lottermoser (ALE). El griego Georgios Printezis fue eliminado por cinco personales.

España jugará la séptima final de un Eurobasket de su historia buscando, por primera vez, el oro y lo hará tras dar toda una exhibición en semifinales ante Grecia. La intensidad y la seriedad en defensa de los hombres de Sergio Scariolo fue ayer de las que hacen escuela, de las que hay grabar y enseñar en las escuelas de minibasket de todo el país, fue una exhibición y la clave de la abultada victoria por 82-64. Y no lo fue sólo por lo titulares.

Como ante Francia, la segunda línea, los suplentes resultaron imprescindibles para abrir diferencias definitivas y sentenciar el partido.

La selección española salió al ritmo de Gasol. El de Sant Boi anotó con facilidad en los primeros instantes pero el griego Vasilis Spanoulis logró hacer bailar a su equipo y sólo un excepcional Carlos Cabezas que se reivindicó ayer como un base capaz de dirigir a 'la roja' logró poner una primera ventaja en el marcador. Un triple y una canasta suya tras robo a la estrella helena dejaron al primer descanso el marcador 26-19. Luego, un triple de Navarro al inicio del segundo cuarto puso la ventaja por encima de los diez puntos. Y así se siguió hasta el descanso. España apretó en defensa, jugó en ataque con un Ricky Rubio fenomenal al pick&roll e hizo desesperar a los griegos que sólo aguantaron por el acierto anotador del ex Real Madrid Antonis Fotsis y la fuerza imparable en el rebote ofensivo de 'Baby Shaq' Schortsanitis. 49-40 al descanso.

Gasol con varios de sus movimientos y Rudy con un triple pusieron el partido a punto de caramelo en la reanudación (58-42). Los griegos apretaron en defensa como si del último minuto se tratara, fueron eficaces en los lanzamientos y la sombra de su alta competitividad y nivel de épica apareció en la cabeza de más de uno para asustar. Pero era el momento de los suplentes. Con Cabezas dando un recital de dirección y defensa junto a Marc Gasol y Felipe Reyes y Llull mostrando todo su potencial en ataque se pasó del 64-51 al 76-54 y se acabó el partido.

España demostró que, el 'speaker' del Spodek de Katowice que presenta al conjunto como al equipo de Pau Gasol, se equivoca y que si hoy se lleva el primer oro europeo de su historia será por un trabajo coral, intenso y duro en defensa y genial y espectacular en ataque. Un trabajo al que nos tienen acostumbrados desde ya hace un lustro.

El menorquín Sergi Llull fue ayer puro espectáculo. El escolta del Real Madrid apareció por primera vez en el segundo cuarto para que Spanoulis no pudiera respirar ni un momento y lo consiguió. Antes del descanso, anotó un triple cuando su defensor le flotó tras un bloqueo aunque aún quedaba lo mejor. En el último cuarto fue la estrella del equipo y la afición se lo agradeció más de una, de dos y de tres veces con el habitual «Llull, Llull, Llull» que suena en Vistalegre. En contraataque anotó seis puntos casi consecutivos con un mate estratosférico incluido y sus gestos de felicidad y júbilo contagiaron a todos los presentes. El mahonés cumplió con creces su rol de jugador intenso en defensa y se divirtió en ataque. Un partido redondo.