Efe BARCELONA

El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, mantuvo ayer su discurso prudente, pese a que su equipo está a un sólo punto de proclamarse campeón de Liga, al asegurar que el último paso hacia el título debe darlo el propio equipo azulgrana.

«No espero que nadie me regale nada, entre otras cosas porque lo que hemos hecho nos lo hemos ganado nosotros. El punto que nos falta lo ganaremos nosotros», comentó el técnico antes de conocer la derrota del Madrid en Villarreal (3-2).

Guardiola repitió que la Liga es «a día de hoy el trofeo más importante que existe» porque premia la regularidad y evitó hablar de la preparación de posibles celebraciones. Los jugadores del Barcelona vieron el encuentro del Real Madrid «en sus casas, con sus familias, descansando y preparándose para el partido» ante el Mallorca, según su entrenador, que asumió una parte de la responsabilidad de la decisión de no preparar ninguna celebración. «Las celebraciones han de ser auténticas», reiteró.

Cuestionado sobre la gestión de los minutos a cada jugador, a once días de la final de la Liga de Campeones, Guardiola recordó que jugadores como Leo Messi «también quieren ser campeones de Liga y si lo necesitamos, jugará». Además, admitió que hubiera preferido ganar la Liga el fin de semana pasado y que «probablemente es mejor» ganarla en el campo, después de jugar, que hacerlo antes de disputar un partido. «Parece que es más bonito por las fotos y las declaraciones del momento», opinó.

Guardiola, además, dio por hecho que el Mallorca jugará «con su mejor alineación posible» y que será un equipo «experto con defensas de verdad» y con la intención que es el «tercer equipo con más puntos de la segunda vuelta». También elogió la figura de Gregorio Manzano y recordó que su equipo sufrió para superar las semifinales de la Copa del Rey ante el Mallorca.