La junta directiva de la SE Eivissa se reunió ayer en las oficinas de la entidad para hablar largo y tendido del asunto económico. El tema era delicado. La directiva, con Pedro Ortega a la cabeza, tenía que acabar de perfilar el plan de viabilidad que se presentará mañana lunes a los jugadores del primer y segundo equipo, con una medidas que seguramente no serán demasiado populares. El resultado de dicha reunión no trascendió -Ortega señaló que antes se dará a conocer a los jugadores y cuerpo técnico- aunque se sabe que contiene importantes recortes en los sueldos de los futbolistas, que se rumorea podrían alcanzar en algunos casos una disminución del 30 o 50 por ciento.
Estas medidas, según el club, son necesarias para asegurar la continuidad de la entidad la próxima temporada, bien en Segunda División B o bien en Tercera, y a la espera de que lleguen futuras inversiones.
Lo cierto es que la mala situación económica por la que atraviesa el club está afectando seriamente al proyecto deportivo. La directiva se propone dar la carta de libertad a algunos jugadores con sueldos altos, aunque en principio no entraba en los planes de la secretaría técnica la baja de futbolistas como Pisano o Carlos López, que ayer se reunió con Toni Lima para expresarle su intención de marcharse del club, a pesar de que está dispuesto a jugar este fin de semana con el filial.
Seguramente entre los puntos del día se encontraba la actual situación de la plantilla, que se ha visto seriamente afectada tras las últimas deserciones. Con Kirian apartado del equipo y con las bajas de Javi Moreno, Biel Guasp, Pisano y Carlos López, las reiteradas quejas de Quique Yagüe sobre la pérdida de competitividad de la plantilla son fácilmente entendibles. No obstante, y a no ser que entre dinero en los próximos días, el club no se plantea hacer fichajes.
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