Tomás Sánchez Venzalá Iván Martín Vega (Avilés, 26-04-1978), un admirador del mítico Paco Buyo (Real Madrid) y Luis Amado (Interviú Boomerang), está que se sale. El portero del EBE Gasifred Ciudad de Eivissa no deja de ofrecer recitales de paradas en Blancadona quincena tras quincena "los encuentros a domicilio los está disputando Julio, que tampoco es manco". Ante el Horcona Pinseque dio el pasado fin de semana una nueva exhibición, que permitió a los suyos salir victoriosos del duelo (4-1). Encima, Bartolo, que suma 30 tantos esta temporada y es uno de los mejores goleadores de División de Plata en los últimos años, se quedó sin marcar. Por algo sería.

El guardameta, como dice Jorge Valdano en referencia al fútbol, «tiene la osadía de coger el balón con las manos en un deporte que se piensa con la cabeza y se juega eminentemente con el pie». Su afirmación también es aplicable al fútbol sala. Pero es que Iván no sólo tiene la osadía de coger el balón con las manos, sino también de acabar con la salsa de este juego: el gol. Una mano por aquí, otra por allá, un pie abajo, un pecho para tapar una salida... Todos los recursos del cancerbero los conoce a la perfección.

Su buen hacer no pasó desapercibido para la grada, que coreó cada dos por tres «Iván cojonudo» durante el choque. El portero del Gasifred señaló ayer que da gusto que reconozcan su trabajo, pero que ya no le sorprende: «Llevo seis años aquí y no tengo ninguna queja de la afición. Tengo una peña de 50 o 60 locos, como yo les digo, que me van a apoyar estén las cosas bien o mal».

Con todo, prefiere desprenderse de cualquier tipo de protagonismo y piensa que la victoria es fruto del trabajo de todos: «Es cierto que hice un buen partido y sirvió para ganar. Sólo nos metieron un gol y estoy muy contento, porque era una victoria importante, pero en ese partido Schumi hizo dos goles y el equipo estuvo muy acertado en defensa. Salvo dos o tres balones comprometidos, los demás eran parables bajo mi punto de vista».