El guardameta Wagner, tumbado sobre el césped, realiza un ejercicio en el entrenamiento de ayer. g Foto: MARCO TORRES

Tomás Sánchez Venzalá Wagner Valle Braz ya sabe lo que es jugar oficialmente con la elástica de la SE Eivissa. Eso sí, su debut le dejó un sabor agridulce, pues tuvo lugar en el sonrojante 6-0 que el Orihuela endosó a los ibicencos el pasado domingo. El guardameta espera tener otra oportunidad para demostrar su valía, la cual podría producirse este fin de semana al estar Manu sancionado, si bien es cierto que José Antonio, que ya se reincorporó a los entrenamientos la pasada semana, parece estar recuperado de su lesión de hombro y podría recuperar la titularidad.

El ex cancerbero del América del Río, curtido en la cantera del Botafogo, señaló ayer que está «contento por debutar», pero, al mismo tiempo, «triste, porque la manera de hacerlo fue muy mala, con cinco goles encajados». El portero tuvo que salir al campo al cuarto de hora de juego tras al expulsión de Manu y no pudo hacer nada para evitar la catástrofe. «Los goles eran muy difíciles de parar», aseguró el futbolista, que puntúa su actuación con «un seis».

Debido a la manera en la que tuvo que debutar, supliendo rápidamente al expulsado Manu, no tuvo tiempo para estar nervioso. «Me sentía tranquilo», dijo Wagner, quien confiaba y confía en sus posibilidades: «Sabía que, tarde o temprano, haría mi debut, pero la manera pudo haber sido mucho mejor. Yo estoy preparado para jugar otra vez si me toca, pero depende del cuerpo técnico». Él, desde luego, pelea «todo el tiempo para jugar», porque «un futbolista que se sienta suplente no es jugador».

Sobre su estancia en Eivissa, el guardameta dijo estar «cómodo», si bien apuntó que «todos tenemos ganas de jugar».