LIETUVOS RYTAS (18+23+17+17): Stelmahers (4), Rush (10), Jomantas (7), Petravicius (8) y Nielsen (11) -cinco inicial- Slezas (3), Lukauskis (-), Delininkaitis (9), Koljevic (9), Zukauskas (5), Batista (9) y Blums (-).
REAL MADRID (22+18+29+18): López (5), Bullock (16), Mumbrú (9), Hervelle (10) y Reyes (16) -cinco inicial- Tunçeri (5), Sekulic (7), Smith (19) y Tomas (-).
Àrbitros: Koukoulekidis (GRE), Facchini (ITA) y Chambon (FRA). Sin expulsados.
Incidencias: Spiroudome. 5.800 espectadores.
Europa Press
El Real Madrid regresó a la escena europea por la puerta grande después de diez años de sequía y conquistando el único título disputado que se le resistía, doblegando en la final de la Copa ULEB a un correoso Lietuvos Rytas (75-87) que sembró las dudas en la primera parte, pero que acabó sucumbiendo al poderío de los de Joan Plaza.
Sabedores de su superioridad, los blancos sólo tuvieron que esperar a que sus tiradores se entonaran para conquistar un trofeo que se les escapó en 2004 en el mismo escenario y abriendo otra vez de nuevo sus vitrinas tras el título sumado en 2007. La conquista confirma el regreso a la primera escena europea de los blancos y, además, les asegura su presencia en la próxima Euroliga, además de restarle cualquier presión hasta final de temporada, en la que aún confía en plantar cara en la Liga ACB, que lidera.
De salida el Real Madrid apostó por la velocidad, pero los de Rytas no se amilanaron y decidieron emular a su rival dándole un ritmo vertiginoso al partido y contagiando a las apasionadas aficiones que abarrotaban el acogedor y ruidoso pabellón belga.
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