REAL MADRID 53
FC BARCELONA 69

REAL MADRID (5+10+20+18): Bullock (15), Tunceri (6), Tomas (3), Reyes (14), Hernández Sonseca (-) -cinco inicial- También jugaron Smith (4), Sekulic (1), Milic (-), Hervelle (10) y López (-).

WINTERTHUR FC BARCELONA (21+10+16+22): Lakovic (16), Navarro (14), Basile (-), Trías (10), Vázquez (8) -cinco inicial- También jugaron Marconato (-), De la Fuente (-), Kakiouzis (3), Ukic (8) y Grimau (10).

Àrbitros: Arteaga, Pérez Pérez y Hierrezuelo. Sin eliminados.

Incidencias: Martín Carpena. 10.200 espectadores.

Europa Press|MÀLAGA

El Winterthur FC Barcelona no dio opción alguna al Real Madrid en la final de la Copa del Rey, disputada desde el jueves en el Martín Carpena de Málaga, y sumó su vigésimo título en el torneo a base de una defensa que ayer agobió a su rival, la calidad de Navarro y Lakovic y el nacimiento de una nueva figura, Jordi Trías, elegido Jugador Más Valioso (MVP).

Como en Málaga 2001, cuando Pau Gasol emergió de forma apabullante ante la opinión pública y el Barça derrotó igualmente, aunque con muchos más apuros, en la final al Madrid, Trías se presentó como un jugador deslumbrante en esta Copa y guió, junto al liderazgo de Navarro, a los azulgrana hacia el vigésimo título. El anterior databa de Valencia 2003.

La estadística era desoladora para los blancos al término del primer cuarto. Una solitaria canasta en juego. Un punto de tiro libre de Felipe Reyes. Cuatro de Louis Bullock. Un acierto de nueve intentos en tiros de dos. Cero de ocho, en los de tres puntos. El Barça se había saltado el guión, ganaba por 5-21, Vázquez estaba enchufado y Navarro, también. Ambas noticias no eran nada halagüeñas para el Madrid de Joan Plaza, un pelele en las manos blaugranas. Además, el gigante Vázquez había olvidado su esguince cervical y era un muro infranqueable para Reyes y compañía. Ponía tapones (hasta cuatro al descanso), alargaba su interminables brazos y modificaba el tiro rival, machacaba el aro rival, cogía rebotes y salía, incluso, veloz al contraataque. Para colmo de Joan Plaza Navarro era el de siempre, el de las grandes ocasiones y más teniendo en cuenta el ejército de ojeadores de la NBA que le examinaban desde la grada del Martín Carpena. Un triple suyo (5-19) puso en cuesta arriba el futuro blanco en el partido y la Copa. El escolta y Lakovic, junto a Vázquez, se habían bastado por sí sólos para hacer añicos la sólida propuesta este curso del Madrid.