El italiano, de 29 años, concretó el trabajo de su equipo en los
últimos kilómetros y con un tiempo de 3:19:26, a una media de
50,152 kilómetros por hora, cerró el viaje de la quinta etapa entre
Soria y Zaragoza con una facilidad asombrosa. Era también la
segunda ocasión que se presentaba vencedor en la capital aragonesa,
ya que se estrenó en 2000. En la general, un día más sin cambios y
con los favoritos en las mismas posiciones, pensando en la
contrarreloj que tendrá como escenario las calles de Zaragoza.
No faltó la caída de rigor. El español David Latasa, del Kelme,
se vio implicado y cargó contra la organización por poner las
vallas en lugar indebido. «Parece que te puedes matar, pero eso sí,
con el casco», dijo. Peor fue el balance para el italiano
Alessandro Cortinovis, quien sufrió fractura del maxilar inferior y
clavícula derecha. Fue intervenido de ambas lesiones en Zaragoza.
Hubo ambiente con el viento soplando de costado. Se formaron
abanicos, siempre espectaculares para la vista, con 4, 5 cortes,
con los favoritos atentos, especialmente los hombres del
iBanesto.com, sin duda espabilados después del batacazo del año
pasado de Mancebo en la etapa de Córdoba. Luego el ONCE tiró del
carro hasta encarrilar la caza y después el trabajo se lo
repartieron el Telekom de Zabel y el Fassa de Petacchi. La medalla
de oro, para el de siempre, el señor del esprint, Alessandro
Petacchi. El alemán, sigue en horas bajas.
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