Fútbol Sala

El líder llega en el peor momento

Jolis 2000 visita hoy, a las 17,00 horas, el Poliesportiu Insular de Blancadona en una jornada de incertidumbre donde Dudu se estrena como técnico

La situación del equipo es delicada ya que en ocho jornadas sólo ha sumado tres victorias.

Susana M. Campoy23/11/02 0:00

La revolución vivida esta semana en el seno del Gasifred Ciudad de Eivissa afronta hoy, a las 17'00 horas, en el Poliesportiu insular de Sa Blanca Dona un duro examen de efectividad. La visita del líder Jolis 2000 no llega en el mejor momento del cuadro que desde el pasado miércoles dirige Dudu, tras la renuncia de Ricardo Ruétalo. La repentina marcha del uruguayo por falta de ilusión y de entendimiento con la plantilla ha propiciado una vorágine de cambios que han incluido el regreso de Salva al equipo, tras su negativa de septiembre de seguir bajo las órdenes del citado técnico.

El brasileño Dudu, con la titulación de técnico auxiliar y mucha experiencia en el fútbol sala nacional, estará apoyado en el banquillo por Juan Ruiz y Juan Ortiz, segundo entrenador y delegado, respectivamente, del primer equipo del club ibicenco. El nuevo 'míster' busca incorporaciones de urgencia, pero hasta la próxima semana parece que no habrá novedades al respecto. En cuanto a la convocatoria definitiva, el conjunto local mantenía hasta ayer la duda sobre la inclusión de Villoria y de Dani. El primero podría reaparecer, al menos unos minutos, tras un mes de ausencia del Blanca Dona. Dani aún está muy tocado y el brasileño no sabe si le dará cancha en un partido tras trascendental.

El líder acude a Eivissa con una trayectoria impecable en el que todo le ha salido a pedir de boca, sin lesiones ni tropiezos en liga a destacar. Viene de golear al Olimpic Floresta (10-2), lo que hace que su fortaleza mental esté a años luz de la local, principal reto del nuevo técnico del Gasifred. Dudu tiene un doble objetivo: romper una racha de malos resultados que se rompió el pasado sábado con un milagroso empate en Inca (6-6) y recuperar la fe de sus jugadores en el potencial del equipo. Tanto el jugador como la directiva aseguran que el equipo tiene valores que hacen presumir que su capacidad es mayor.