El estadounidense Lance Armstrong (US Postal), tras la guerra de
los Pirineos, mantuvo sin grandes apuros el maillot de líder del
Tour a pesar de haber llegado a meta con un retraso de casi once
minutos de diferencia con respecto al vencedor de la etapa.
Millar aprovechó el día de tranquilidad que se tomó el pelotón,
tras toda la guerra vivida en los Pirineos, para apuntarse su
segunda victoria en la Grande Boucle, tras la del prólogo en el año
2000, y dejar con la miel en los labios a un David Etxebarria que
rozó su tercer triunfo de etapa en el Tour.
En un final apasionante con cinco fugados y con un David Latasa
entusiasmado que lanzó un mortífero ataque a un kilómetro de meta,
Millar jugó sus bazas para superar en la línea de meta a sus
compañeros de escapada. El otro español en el grupo, el incisivo
David Extebarria, aguantó la puja y se vio sólo superado en la meta
por David Millar, que aguantó a la perfección las embestidas de los
corredores españoles y fue el más rápido.
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