ALEMANIA: Rehmer, Frings, Linke, Metzelder, Schneider, Jeremies, Bode, Ballack, Neuville y Klose.
Cambios: Asamoah por Neuville, Baumann por Metzelder y Kehl por Rehmer.
PARAGUAY: Chilavert; Arce, Ayala, Cáceres, Gamarra, Caniza; Bonet, Acuña, Struway; Santacruz y Cardozo.
Cambios: Campos por Santacruz, Cuevas por Struway y Gavilán por Bonet.
Arbitro: Carlos Batres (GUA). Mostró cartulina amarilla a Acuña, Cardozo, Schneider, Baumann y Ballack y expulsó a Acuña.
Gol:
1-0, minuto 88, Neuville.

Efe. SEOGWIPO (COREA).
Ni Alemania ni Paraguay quisieron tener el balón y controlar el partido, por lo que el primer tiempo fue a la deriva, casi sin opciones de gol, pero también sin jugadas hilvanadas, ni una mala acción que llevarse a la boca.

Ballack y Acuña, los cerebros de cada equipo, se anularon mutuamente, y el juego careció de imaginación y de jugadas trenzadas a no ser el bonito control de Jorge Campos en el minuto 37, que terminó con un potente disparo que obligó a lucirse a Kahn. El jugador acaba de entrar en el terreno de juego en sustitución de Roque Santa Cruz, que se retiró cojeando de una pierna.

El conjunto paraguayo perdió centímetros en el ataque, pero ganó en velocidad, puesto que el delantero de Universidad Católica de Chile es uno de esos jugadores rápidos y corretones capaces de poner en apuros a las defensas pesadas y duras, como lo fue la alemana.

Pero el partido no estaba pensado para Campos. Era un duelo de balonazos que, generalmente salían de los pies de Chilavert y de Kahn, los dos porteros que batieron el récord del mundo de centros desde el área.

Y el resto fue una pugna entre centrales y delanteros que ganaron los primeros, por lo que todo el bagaje ofensivo se limitó a disparos desde fuera del área, con más o menos peligro, pero sin inquietar en exceso a los porteros, que lo menos que hicieron fue parar.

El segundo tiempo pareció empezar bajo otro signo, porque apenas puesto el balón en juego, Neuville gozó de la mejor ocasión del partido, pero no estuvo lo suficientemente hábil como para salvar a Chilavert.

Luego el partido recuperó el guión de la primera mitad, con balonazos a los delanteros y ausencia total de juego en el centro del campo, si exceptuamos una bonita combinación entre Acuña y Campos que el delantero terminó con un fuerte disparo detenido por Kahn.

Sólo en la recta final del partido Alemania se decidió a controlar el juego, abrió el juego a las bandas y creó algo más de peligro, aunque todas las jugadas terminaban con remates de cabeza que no fueron certeros.

Hasta que en el minuto 88 Schneider acertó a irse de su defensor por la banda, puso un buen balón al primer palo que cogió descolocada a la zaga y permitió a Neuville marcar el tanto de la victoria.

Le quedaba poco tiempo a Paraguay para remontar y menos esperanza. Agotados, los sudamericanos apenas tuvieron ocasión de marcar el tanto del empate que hubiera prolongado su vida, ni con la entrada de Nelson Cuevas, el héroe contra Eslovenia.

En un arrebato de impotencia, Acuña se hizo expulsar por una agresión a Ballack. El alemán ganó la partida y su equipo el encuentro y el pase a cuartos.