Entrerríos lanza a puerta ante la oposición de un rival. (Foto: V.F.).

La selección española de balonmano ha ratificado su condición de favorita y se ha clasificado para disputar el Campeonato del Mundo de Portugal del año 2003 tras lograr el triunfo en el partido de vuelta a la selección austriaca por un amplio 28-23. De esta forma, la selección que dirige César Argilés jugará con la elite del balonmano mundial el próximo año.

También cabe destacar el gran apoyo de la afición de Eivissa, que abarrotó el polideportivo insular de Blanca Dona. Alrededor de 1.800 personas asistieron a presenciar el partido de vuelta entre España y Austria y, con su apoyo, ayudó a que el equipo nacional refrendara con contundencia su triunfo.

Las principales claves en el partido estuvo en la buena defensa que hizo la selección nacional lo que permitió rápidos contraataques que fueron cristalizados por los jugadores españoles. En la faceta anotadora, hay que reseñar el buen hacer de Mateo Garralda y Talant Duishebaiev, que marcaron cinco tantos cada uno, y del extremo Fernando Hernández, que anotó cuatro goles. Por parte de los austriacos, Galic fue el máximo goleador con nueve goles, pero que no valieron de nada para que España se llevara la victoria.

Sobre todo, cabe destacar la seguridad defensiva de la que hizo gala la selección española en los primeros instantes de la primera parte. Un dato muestrario fue que la selección austriaca tardó once minutos en marcar el primer tanto del partido cuando España cogió un parcial de 4-0 de ventaja.