ITALIA: Buffon, Panucci, Cannavaro, Nesta, Maldini, Zanetti, Doni, Tomassi, Zambrotta, Totti y Vieri.
Cambios: Inzaghi por Doni, Materazzi por Nesta.
CROACIA: Pletikosa, Saric, Tomas, Simunic, Robert Kovac, Jarni, Soldo, Vugrinec, Rapaic, Niko Kovac y Boksic.
Cambios: Olic por Vugrinec, Vranjes por Tomas y Simic por Rapaic.
Àrbitro: Arbitro: Graham Poll (ENG). Amonestó por Croacia a Robert Kovac y por Italia a Vieri.
Goles:
1-0, minuto 55, Vieri.
1-1, minuto 73, Olic.
1-2, minuto 76, Rapaic.

Efe. IBARAKI (JAPÓN).
Como ocurrió en el partido ante Ecuador, los italianos marcaron su gol y se dedicaron a cuidar la viña. En esta ocasión les entraron a robar dos veces, entre otros motivos por que el equipo croata tienen jugadores muy fogueados y cuenta con la experiencia de haber sido tercero en la pasada edición de la Copa del Mundo.

Vieri marcó al principio del segundo tiempo, pero Olic y Rapaic dieron la vuelta al tanteador. Al final, un disparo de Totti al poste en el minuto 87 pudo haber equilibrado el marcador, así como un gol anulado a Vieri por falta de Inzaghi cuando el partido ya había entrado en los minutos de prolongación.

Los croatas, conducidos por Niko Kovac y con jugadores muy habituados al estilo italiano de entender el fútbol, supieron hilvanar varias jugadas ofensivas de calidad y a punto estuvieron de adelantarse en el marcador.

Las buenas actuaciones de Pierluigi Buffon y un balón salvado prácticamente en la línea de meta por Materazzi impidieron que llegara el gol.
Fue un pequeño espejismo, ya que en el tramo final del primer periodo los italianos retomaron la iniciativa, aunque su fútbol, rácano como casi siempre, no dio para que la «azzurra» abriera el marcador antes del descanso.

El segundo tiempo dio comienzo con un gol anulado a Vieri por fuera de juego en una acción muy ajustada que, sin embargo, no desanimó al delantero italiano. Era el minuto 50. Cinco minutos después, un soberbio cabezazo del propio Vieri acabó en gol. Todo hacía pensar en que el triunfo italiano estaba encarrilado.

Quedaban por delante muchas emociones, puesto que los italianos se replegaron y dejaron la iniciativa en manos de Croacia, con la intención de resolver el partido al contragolpe en acciones aisladas de Cristian Vieri.

Aunque Croacia no encontraba con claridad el camino del gol y no imponía un estilo de juego que le pudiera llevar al empate, en una acción aislada, el recién incorporado Olic estuvo más listo que la defensa italiana y estableció el empate.

Tres minutos después, una buena jugada de Croacia, que culminó Rapaic con algo de fortuna, sirvió para dar la vuelta al marcador ante la incredulidad de los italianos y los festejos de los jugadores croatas.

A Italia le tocaba jugar a partir de entonces justo como menos le gusta y puso cerco a la meta de Pletikosa en los pocos minutos que quedaban para el final. Pudo empatar. Tuvo dos grandes oportunidades, pero el poste y la anulación de un gol lo impidieron, lo que permitió que los croatas puedan soñar con la clasificación y resucitar tras una primera jornada en la que desilusionaron a su hinchada al sumar una derrota justa a todas luces.