Luis Enrique Martínez, centrocampista del Barcelona, participó ayer tarde sin resentirse de sus molestias musculares en el suave entrenamiento previo al partido de vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones que su equipo hizo en el Santiago Bernabéu. El jugador asturiano sufrió, el pasado sábado, unas molestias en la parte posterior de la pierna derecha y su participación, mañana, ante el Real Madrid era dudosa, pero hoy jugó completo el partidillo que ocupó la mayor parte del entrenamiento.

Luis Enrique efectuó un par de potentes disparos a puerta, aunque se reservó algo más en los momentos finales de la sesión preparatoria. El técnico del conjunto azulgrana, Carles Rexach, no quiso desvelar el posible once inicial y enfrentó en el partido de esta tarde a los teóricos titulares. De este modo, hombres como el meta argentino Roberto Bonano, los defensas Carles Puyol, Abelardo Fernández y el delantero holandés Patrick Kluivert formaron con peto naranja, mientras que en el otro equipo se pudo ver a jugadores como el defensa holandés Frank de Boer, el brasileño Tiago Motta o el argentino Javier Saviola.

Aún así, la alineación más probable para jugar en el Bernabéu será la formada por Bonano en la portería, Puyol, Abelardo, Frank de Boer y Coco en la línea defensiva, Rochemback, Cocu, Motta y Luis Enrique en el centro del campo, con Saviola y Kluivert como delanteros. Después del partido de entrenamiento, Xavi Hernández, Frank de Boer, Fabio Rochemback, Marc Overmars y Tiago Motta se quedaron ensayando lanzamientos desde la frontal del área.

Por su parte el presidente Joan Gaspart, compartió con el cuerpo técnico y la plantilla azulgrana para cerrar filas antes de viajar a Madrid. Gaspart se reunió anteriormente con su directiva y, tras la junta, Josep Maria Coronas, el portavoz de la misma, destacó el ambiente de optimismo que presidió el encuentro de mandatarios, pese a la derrota (0-2) encajada en el partido de ida. Coronas explicó que la mayoría de dirigentes barcelonistas se han apuntado al desplazamiento para asistir al encuentro y que la respuesta ha sido idéntica por parte de la afición. El portavoz azulgrana explicó que se han agotado las 2.005 entradas de las que dispone el Barcelona, el tres por ciento del aforo que habían pactado los clubes con anterioridad a los dos partidos que deben disputarse.