Efe - BARCELONA
Carles Rexach, ha superado hasta ahora diversos momentos de la temporada en una situación límite, en los que se ha salvado por la campana cuando parecía a punto de ser noqueado. Pero el examen de hoy es definitivo. Como ha recordado el propio Rexach, «o se pasa la eliminatoria o no se pasa». No habrá posibilidad de reválida. No hay vuelta atrás. El entrenador catalán ha sostenido incluso en sus momentos más delicados que, en el Barcelona, sólo puede justificarse una temporada ganando algún título y que cerrar una campaña sin conseguir ninguno sería un fracaso. El conjunto azulgrana debe superar el 1-0 en contra que le endosó el Panathinaikos en el partido de ida disputado en Atenas.

Aunque la victoria del rival fue por la mínima, el valor doble de los goles en campo contrario implica que si el equipo griego marca en el Camp Nou los catalanes se verían obligados para pasar la eliminatoria a marcar al menos tres tantos y ganar por dos de diferencia. La empresa no se antoja fácil para un Barcelona que lleva sin ganar en el Camp Nou en competición europea desde que derrotó por 1-0 al Fenerbahce turco el pasado 31 de octubre y que ha perdido muchos puntos en casa esta temporada. El técnico azulgrana apostará por el tridente atacante formado por Rivaldo, Javier Saviola y Patrick Kluivert, y previsiblemente devolverá también la titularidad a Xavi Hernández, el organizador del equipo tan necesario.

Carles Puyol volverá al equipo titular y se prevé que Rexach pudiera alinear al triplete pero también a Overmars, porque el técnico tiene la idea de que su equipo debe ensanchar al máximo el terreno de juego para crear problemas a los griegos. También está clara la presencia de Xavi Hernández en la dirección. El entrenador uruguayo del Panathinaikos, Sergio Markarián, no ha ocultado que jugará a la defensiva, sabedor de que le sirve marcharse del Camp Nou con un empate a cero, y de que buscará sentenciar la eliminatoria marcando en algún contraataque.

El Panathinaikos recuperará para el partido a dos de sus baluartes, los centrocampistas Giorgios Karagounis y Jan Michaelsen. Otra de las ventajas del equipo griego es que llegará muy descansado al encuentro contra el Barcelona, ya que mientras los catalanes jugaron el sábado un importante partido contra el Athlétic, los griegos han aplazado el que debía disputar el pasado fin de semana contra el Ionikos.