España, que ya fue campeona de Europa de cross en Alnwick'95, ha
vuelto a encaramarse al peldaño más alto del podio por equipos en
la primera competición de una temporada atlética cuyas grandes
citas, a falta de mundiales y Juegos Olímpicos, son
continentales.
El circuito, de 1.500 metros, era casi totalmente plano, sobre
hierba y con un breve repecho de arena, propicio, en definitiva,
para corredores rápidos. La temperatura rondó los dos grados.
Sergey Lebid consolidó con el título europeo su prestigio en el
campo a través, con una carrera en la que desterró la incertidumbre
a los 4 kilómetros, cuando salió en busca del holandés Kamiel
Maase, que se había escapado, le adelantó y se fue solo hacia la
meta. Ya había sido campeón en 1998 y el año pasado fue
segundo.
España, subcampeona el año pasado en Malmoe (Suecia), salió con
el decidido propósito de alcanzar la victoria por equipos. Sus seis
representantes marcharon agrupados sin descolgarse y sólo al final
falló, precisamente, el favorito, Chema Martínez, que acusó el
enfriamiento de hace unos días.
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