De la Rosa tenía como objetivo acabar la carrera, porque en los
dos años anteriores había podido rodar muy poco, perdió un puesto
en la salida y ascendió hasta la décima posición gracias a los
abandonos, pero en la vuelta 18 de las 78 de que constaba la
carrera, detuvo su coche en «La Piscina» y se retiró, por un
problema en el circuito hidráulico. Fernando Alonso llegó a
ascender hasta la novena plaza antes de detenerse a repostar y
cambiar neumáticos, pero a 23 vueltas del final, la caja de
cambios, que le había dejado sin poder utilizar la primera marcha
desde la decimoquinta, que aquí se pone para negociar cuatro
curvas, y al llegar a la plaza del Casino se detenía con el cambio
roto.
La carrera fue tan fácil para Ferrari como aburrida por los
espectadores que han abarrotado las tribunas del circuito, porque
las averías mecánicas les han dejado sin oposición prácticamente
desde la salida. El británico David Coulthard (McLaren-Mercedes),
mejor tiempo en la sesión de clasificación, se quedaba clavado en
su puesto cuando tenía que iniciar la vuelta de formación para la
salida, por un fallo en el sistema automático de arrancada, segunda
vez que le ocurre en tres carreras, y tenía que partir desde el
último puesto. Así Michael Schumacher ya no tenía a nadie delante
cuando se inició la carrera, se amparó del primer puesto y tan sólo
el finlandés Mika Hakkinen (Mclaren-Mercedes) y el brasileño Rubens
Barrichello le podían aguantar el ritmo.
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