EFE - DRAGUIGNAN
El español Vicente García Acosta, corredor del equipo Banesto, levantó los brazos al cielo de Draguignan como ganador de la decimotercera etapa del Tour de Francia, que resultó de transición a la espera de entrar en la semana definitiva. García Acosta obtuvo el premio a muchos días de esfuerzo y le dio un triunfo muy necesitadol equipo español Banesto, el equipo con el que Miguel Induráin obtuvo cinco triunfos consecutivos, que está pasando por el Tour con más pena que gloria. La otra cara de la moneda de la jornada fue para Àngel Casero (Festina). El ciclista español, que se había caído en la jornada precedente, no pudo soportar los dolores en el hombro derecho y se vio obligado a bajar de la bicicleta muy cerca de Aviñón, punto de partida de la jornada.

La etapa fue de transición después de la dura subida al Mont Ventoux. No obstante, el pelotón imprimió un fuerte ritmo a la carrera y desde los primeros kilómetros se produjeron intentos de escapada hasta que se gestó la más importante del día. Aproximadamente en el kilómetro 75, once corredores se fueron del gran grupo y formaron la cabeza de carrera. Primero se fue el francés Didier Roux y por detrás de él diez perseguidores entre los que se encontraba Vicente García Acosta y el belga Marc Wauters (Rabobank), que de los fugados era el mejor clasificado en la general a doce minutos y quince segundos del primero.

La escapada fue tomando forma y aceleró la marcha de la carrera a la que además favoreció también el viento. El grupo de fugados se partió en varios a unos cincuenta kilómetros de la llegada en Draguignan. Vicente García Acosta y los franceses Pascal Hervé y Nicolas Jalabert formaron el trío de cabeza y consiguieron ir abriendo hueco. Los tres llegaron a aventajar a sus perseguidores en casi dos minutos y medio y sintonizaron movimientos para llegar en solitario a la meta. Pero no fue así, y a unos diez kilómetros de la llegada, García Acosta tomó la decisión de marcharse de sus dos compañeros y lo consiguió. Nicolás Jalabert y Hervé no reaccionaron a tiempo y vieron como perdían la estela del corredor de Banesto.