EFE - BRUJAS
1 REPÚBLICA CHECA:Srnicek; Repka, Rada, Gabriel (Fukal, m.46); Rosicky (Jankulovski, m.62), Poborsky, Bejbl (Lokvenc, m.48), Nedved, Nemec; Koller y Smicer.

2 FRANCIA: Barthez; Thuram, Desailly, Blanc, Candela; Petit (Djorkaeff, m.46), Deschamps; Vieira, Zidane, Henry (Wiltord, m.92); y Anelka (Dugarry, m.57).

ARBITRO: Graham Poll (ING). Mostró tarjeta amarilla a Gabriel (m.15), Thuram (m.61), Nemec (m.65) y Jankulovski (m.67).

GOLES:
Minuto 7: Henry. 0-1.
Minuto 35: Poborsky, de penalti. 1-1.
Minuto 60: Djorkaeff, 1-2.

La selección francesa, que fabricó un fútbol de muchos quilates en su debut ante Dinamarca, consiguió ayer su segunda victoria en la Eurocopa 2000, por 2-1 sobre la República Checa, pero esta vez los campeones del mundo, aunque ofrecieron a ratos un buen espectáculo, tuvieron que sufrir y demostraron que saben hacerlo. El talento y, sobre todo, una pegada demoledora fueron las claves del triunfo francés ante un rival que, pese a haber cosechado dos derrotas, ha protagonizado una actuación más que digna en la competición continental.

Los checos, que fueron los verdugos de la selección francesa en las semifinales de la Eurocopa de Inglaterra´96, confirmaron ayer tarde en Brujas que el subcampeonato que alcanzaron hace cuatro años no fue una casualidad. Ante Francia, campeona del mundo y tal vez la selección con más calidad del torneo, el equipo que dirige Jozef Chovanec, herido en su orgullo tras la derrota que encajó frente a Holanda por culpa de un polémico penalti, no se amilanó.