La continuidad de las jugadoras que lograron el ascenso es una de las prioridades del club.

MARCO TORRES De momento, todos dicen sí. Las instituciones que ha visitado una representación de la directiva del Puig d'en Valls estas últimas semanas se han mostrado entusiasmadas con el proyecto presentado por el club ibicenco. Se trata de tener un equipo competitivo en la Primera División femenina, el equivalente a la Liga LEB masculina, competición inmediatamente inferior a la División de Honor femenina (que equivale a la ACB).

Esta buena predisposición por parte, sobre todo, del Consell Insular y del Govern balear, está sin concretar. Toni Marí, presidente del club, junto con algunos miembros de la directiva y del cuerpo técnico del PDV se reunió el martes con la directora general d'Esports del Govern, Joana Petrus. «Ha sido una reunión extensa en la que hemos tratado toda clase de temas y le hemos explicado a la directora general nuestro proyecto. Petrus nos ha dicho que le interesa mucho el proyecto pero que de momento no hay dinero y que debe estudiar la situación para comunicarnos hasta donde puede llegar su apoyo. De momento todos dicen que sí, pero después habrá que ver hasta donde están dispuestos a llegar», explicó Marí.

Según el presidente del PDV, Petrus puso un plazo máximo de diez días para dar una contestación acerca de hasta donde se podría implicar el Govern. En la conversación con la directora general se puso sobre la mesa el precedente de los equipos de Liga LEB balear, Menorca Bàsquet y Bàsquet Inca. Ambos conjuntos reciben del Govern 15 millones de pesetas. Los responsables del PDV esperan que se les dispense un trato equitativo y, que a pesar de que no existen antecedentes de apoyo a equipos femeninos, se clarifique un apoyo decidido de la máxima institución balear al baloncesto femenino.