Situado en pleno Parque Natural de Ses Salines y en zona declarada Patrimonio de la Humanidad, el restaurante Sa Caleta abrió sus puertas en 1988 de la mano de la familia Follett Pujolet. Sus inicios como chiringuito de paellas le han llevado a convertirse en uno de los restaurantes más famosos y consolidados de la isla.
Comer pescado o marisco en Sa Caleta es garantía de satisfacción, ya que su carta se basa en los productos locales de la mejor calidad y frescura; cabe destacar la caldereta de langosta, el guisat d'espardenyes (tipo de pescado local), el pescado al horno o cualquiera de sus sabrosísimos arroces.
Su privilegiada ubicación, cerca del poblado fenicio del mismo nombre, considerado el primer asentamiento civilizado de la isla, y frente a las cristalinas aguas que Sa Caleta debe a la pradera de posidonia situada frente a ella, el restaurante goza de unas vistas espectaculares del Mediterráneo enmarcado por las paredes ocres de los acantilados.
Para descansar del agotador sol estival, o relajarse después de comer, disponen de Es Jardí, una zona chill out bajo los pinos y sabinas que rodean el restaurante. Y para los más curiosos, la finca incluye una visita a una sitja (horno para producir carbón de leña) y un horno de cal, además de las ya mencionadas ruinas fenicias