«Ahora mismo estamos metidos en un barrizal creativo con muchos equipos diferentes, muy necesario. En los procesos creativos se sufre mucho y se cometen muchos errores, no es todo un camino de rosas. Es en la incomodidad y en el sacrificio donde te descubres a uno mismo», comentó el actor. Pablo Motos le preguntó a su invitada cómo era trabajar con Banderas: «Maravilloso. Antonio trabaja mucho y muy deprisa, pero con profundidad, que es lo necesario para un trabajo así», explicó Ribera.
El valenciano también quiso saber si era rentable el teatro musical y qué significaba para Banderas. «En el teatro Soho, somos una empresa privada, no recibimos ninguna subvención, y trabajamos siempre a pérdidas». «Aunque llenáramos el teatro en Málaga todos los días, perderíamos dinero. Eso tiene una explicación y es que yo trabajo en lo que me gusta, en lo que me llena. Mucha gente vive como si no se fuera a morir nunca, pero resulta que sí, y hay que tenerlo presente», admitió el actor.
«El teatro tiene verdad. Nosotros llegamos al escenario cada día de una forma distinta, la compañía va cambiando, va adaptándose, el público es distinto también a diario», le explicó el invitado al presentador. Y continuó diciendo que «es un arte vivo y eso es muy interesante. Una sociedad que no está educada culturalmente es muy débil y es manipulable».
«Antonio, tú has cumplido el sueño de Hollywood, ¿me podrías describir un poco la verdad de Hollywood?», le comentó Motos a Banderas, que no dudó en responderle. «Yo no viví ese lado tan oscuro de Hollywood. Me afiancé allí porque me enamoré y hacía una vida muy familiar y muy alejada de lo que es el circo de Hollywood», comentó.
«Una vez que el amor de pareja se acabó, que no la amistad, porque Melanie es, probablemente, mi mejor amiga. Me volví a Europa y, después, a Málaga. Retorno a mi tierra, retorno a Itaca», concluyó Banderas.
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