Y no es para menos. Recordemos que su vídeo de las pilotes, su último gran hit, se viralizó en parte gracias a que La Resistencia se hiciera eco de él. Pero este es solo un pequeño apunte testimonial de todo el conocimiento ancestral del campo mallorquín que atesora el joven adolescente de Sant Llorenç des Cardassar (Mallorca).
A Broncano le gustan especialmente algunos vídeos de Miquel Montoro, como el que aparece con el burro Menut, o el de ses taronges, uno de los primeros en llegar al gran público a través de YouTube. Sobre él, Montoro recordó que una parte de la naranja que normalmente se desecha cura los constipados, y que si más personas le hicieran caso otro gallo cantaría con toda la crisis sanitaria mundial del coronavirus.
Ese fue uno de los momentos en los que el público asistente se tronchó de risa con el humor made in Mallorca de Miquel Montoro, pero hubo muchos más. Como por ejemplo cuando al principio de la entrevista narró cómo comenzó su estrecha relación con la pagesia. Y es que, desde bien pequeñito, Miquel Montoro está subido encima de los tractores que su familia posee.
«Yo con el ruido que hacía el tractor me dormía», afirmó, y también que trabajando en el campo «hago body zumba cada mañana». También se encargó de hacer un alegato a favor de los productos de proximidad del campo, y contra el procesamiento de los alimentos.
Además, Montoro trajo a Broncano algunos presentes, entre ellos una llonganissa, y explicó que «a un mallorquín lo matas si la cortas por el extremo más cercano a la cuerda», y por el contrario debe empezarse por la mitad. «Decimos pan con sobrassada, yo como sobrassada con pan», precisó.
Acabó su intervención cortando una buena llesca de pan moreno como mandan los cánones y extendiendo en ella un trozo de esa llonganissa traída de Mallorca, también como es preceptivo: nada de cuchillo, «eso es para el Filadelfía», dijo, antes de utilizar sus pulgares para untarla sobre el pan.