Imagen de la mansión de la baronesa Thyssen.

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El barrio de El Terreno, en Palma, uno de los más emblemáticos y más historia de la ciudad, a pesar de haberse convertido en los últimos años en el epicentro de especulación urbanística. La mansión de Tita Cervera, conocida como la baronesa Thyssen, se encuentra en el céntrico barrio y está a la venta desde hace años por la impresionante cifra de 5 millones de euros. Un estratosférica cifra por la que no consigue encontrar comprador y, por este mismo motivo, ahora se plantea ponerla en alquiler.

El Terreno, situado a los pies de Bellver, es un vecindario que ha crecido y evolucionado a lo largo de las décadas, conservando una mezcla única de arquitectura tradicional mallorquina y construcciones modernas. Su cercanía al centro de la ciudad, las vistas panorámicas al mar y la protección de su entorno natural lo convierten en uno de los barrios más deseados por aquellos que buscan un lugar exclusivo para vivir, lejos del bullicio pero cerca de los principales atractivos de la capital balear.

Lo que comenzó como un modesto barrio de pescadores y trabajadores, ha ido transformándose a lo largo de los años en un núcleo de lujo y sofisticación, donde se encuentran residencias de alto nivel, villas con jardines privados y propiedades con un alto valor histórico. La presencia de artistas, figuras de la alta sociedad y personajes públicos ha sido un sello distintivo de El Terreno, algo que no pasa desapercibido para quienes buscan un ambiente único y lleno de historia.

La casa de la baronesa Thyssen es solo el último episodio de una serie de transacciones inmobiliarias que han incrementado el valor de la zona. En un mercado en el que las propiedades de lujo se cotizan a precios elevados, El Terreno se mantiene como un símbolo de distinción, con casas que no solo son residencias, sino también piezas de patrimonio arquitectónico y cultural.

El barrio de El Terreno, conocido por su tranquilidad, es también un lugar perfecto para aquellos que desean disfrutar de Palma de una manera diferente. Entre sus calles se encuentran pequeñas cafeterías y restaurantes.