Anabel Pantoja durante el vídeo que publicó en su Instagram.

Los vídeos de las cámaras de seguridad de un centro comercial, en el punto de mira de los investigadores para conocer el origen de las lesiones de la hija de Anabel Pantoja y su David Rodríguez, según ha publicado en exclusiva el diario Canarias 7. El procedimiento judicial, incoado por el Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de Canarias, busca esclarecer el origen del traumatismo craneoencefálico que presentaba el bebé al ser ingresado el día 11 de enero en el complejo hospitalario. Para ello, ha solicitado el visionado de las cámaras de seguridad de un centro comercial del sur de la isla, donde la pareja se encontraba con su niña cuando empezó a convulsionar.

Según publica el citado medio, el caso tuvo su punto de partida el pasado 17 de enero cuando el hospital Materno Infantil remitió un oficio al órgano judicial competente en esta materia en el que daba cuenta de la posible existencia de lesiones en la cabeza del bebé de la sobrina de Isabel Pantoja. De inmediato, el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3, Tomás Luis Martín Rodríguez, incoó el pasado día 20 unas diligencias previas y requirió al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (IML) para que examinara a la menor. Según el peritaje, Alma sufría un importante traumatismo craneoencefálico, el cual provocó una hemorragia cerebral con estatus epiléptico.

Por este motivo Anabel Pantoja y David Rodríguez comparecieron ante el juez como investigados por la situación de su hija, que estuvo dos semanas ingresada en el hospital pediátrico de Las Palmas de Gran Canaria (del 11 al 27 de enero). Según la nota del tribunal, «los progenitores» prestaron declaración el pasado lunes 27 de enero ante la autoridad judicial, «en calidad de investigados y con asistencia letrada», pero «en ningún momento fueron detenidos».

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En un vídeo de Instagram, Anabel Pantoja dice que su hija «está en casa con sus padres sana y feliz», y describe una «situación injusta», «muy desagradable» y que «cuesta comprender». Afirmado que le han llegado «millones y millones de casos» similares de «muchísimos padres» y asegura que le contaron al juez «la única verdad». Explica que su hija sufrió el 9 de enero «una crisis puntual» por la que la llevan al hospital, donde «sale todo bien y estamos en casa -subraya-».

A raíz de ello, se pone en marcha «un protocolo rutinario» con el que se les cae «el mundo al suelo», describe, porque ellos lo único que han hecho, dice, es «amar, cuidar, intentar salvar y proteger» a la menor. La investigación continúa su curso, aunque el juzgado de Las Palmas no acordó ninguna medida cautelar, ni en referencia a la situación personal de los investigados ni acerca de la tutela de la bebé.

En el comunicado explica que las diligencias investigan un posible delito de maltrato infantil, en vista del contenido del informe que el hospital envió el 17 de enero al juzgado de guardia de Las Palmas, cuyas conclusiones ha ratificado después un peritaje médico forense. «La investigación tiene como fin aclarar las causas y el mecanismo de producción de lesiones apreciadas en la bebé, en aras de proteger a esta y considerando únicamente su interés superior», añade.

El Juzgado de Las Palmas de Gran Canaria que inició el procedimiento se ha inhibido del caso y lo ha trasladado a los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana, partido judicial del sur de Gran Canaria donde residen los investigados. «Las actuaciones tienen carácter reservado», concluye el TSJC.