La actriz firmó un acuerdo multimillonario para convertirse en la imagen visible de la fabricante de refrescos SodaStream y rodó un anuncio que será emitido durante la final de la SuperBowl, que se celebra el próximo domingo.
La noticia de la colaboración de Johansson con la firma israelí suscitó una gran polémica tanto en las redes sociales como en el ámbito del activismo y la cooperación, cuya primera consecuencia ha sido la decisión de Oxfam Internacional, con la que colaboraba desde 2007, de prescindir de sus servicios.
«Su papel en la promoción de SodaStream es incompatibe con su rol de embajadora global. Oxfam cree que las compañías que como SodaStream, operan en asentamientos fomentan la pobreza y el deterioro de los derechos de las comunidades palestinas por los que trabajamos», declaró la organización.
La polémica llega en un momento delicado para las conversaciones de paz respaldadas por Estados Unidos. Las autoridades de Israel temen que, si fracasan, podrían incrementarse los intentos de boicot económico a sus empresas, un movimiento patrocinado en su mayoría por intelectuales palestinos que llama a la ciudadanía mundial a evitar los productos israelíes procedentes de territorios ocupados.
Para Human Right Watch, «es imposible ignorar el sistema israelí de discriminación ilegal, la confiscación de tierras, robo de los recursos naturales y el desplazamiento forzado de los palestinos en los territorios ocupados de Cisjordania, donde se encuentra Sodastream».
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
¿Donde me puedo hacer socio de Oxfam?
Ben fet Oxfam!