Rubio fue acusada por las autoridades estadounidenses de no acatar una orden judicial, alteración del orden público y resistirse al arresto sin violencia, dijo a Efe Teresita Chávez, portavoz de la Fiscalía Estatal del condado de Miami-Dade.
El juez Steven Leifman fijó la fecha del juicio para el 14 de septiembre en una vista judicial que se celebró en un tribunal de Miami sin la presencia de la intérprete de «Ni una sola palabra».
«Esta mañana hubo una audiencia y el caso se ha puesto para juicio para septiembre, pero tal vez se pueda llegar a un tipo de negociación entre ahora y ese mes porque sus cargos son delitos menores y ella no tiene antecedentes penales», informó.
Los cargos de desacato a una orden judicial y alteración del orden público son delitos de segundo grado que son castigados con un máximo de 60 días de cárcel o se le ordena a las personas ingresar en programas especiales, apuntó Chávez.
«Pero eso no va a pasar porque esa señora no tiene ningún antecedente y sé que algo se resolverá en su caso», afirmó la funcionaria.
El tercer cargo, resistirse al arresto sin violencia, es más grave aunque es un delito menor y conlleva una sentencia máxima de 364 días de prisión.
Rubio protagonizó el incidente con la policía después de que colisionó su automóvil en una calle del sector de la Pequeña Habana, en el condado de Miami-Dade.
Cuando llegaron los agentes le pidieron que se ubicara en un lugar seguro para que les mostrara sus documentos.
La artista buscó la documentación, pero no siguió las instrucciones de la policía y realizó varias llamadas desde su teléfono móvil, según las autoridades.
La cantante fue detenida y esposada luego de que se le notificó en varias ocasiones que debía acatar las órdenes de la policía.
Los agentes la liberaron una hora después ya que Rubio les dijo que debía alimentar a su hijo que en ese momento tenía seis meses.
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