Fue en la cena posterior a la entrega de premios del Botón-Mango Fashion Awards, que congregó en la Sala Oval del Palau Nacional a más de 350 personas, entre ellas la protagonista de la película «Vicky, Cristina, Barcelona», una de las grandes atracciones de la fiesta.
La azarosa distribución de mesas hizo que a Scarlett Johansson, que lucía un minivestido de Mango de color negro y tacones altísimos, y que es la actual imagen de la firma, le tocase compartir mantel con quien todas las encuestas pronostican que será el presidente catalán tras las elecciones del 28 de noviembre.
Mas, que arrastra también cierta fama de seductor, puso a prueba la fluidez de su inglés entablando una «agradable» conversación con Johansson, aunque no hubo flirteo; al menos eso ha asegurado Mas hoy en una charla informal con periodistas tras un acto político.
Es un misterio la impresión que se llevó Johansson de su interlocutor, pero lo que es seguro es que, a Mas, la musa de Woody Allen le despertó más sentimientos paternales que deseos carnales: a punto de cumplir los 26 años, Johansson es un año más joven que la hija del político catalán, según ha recordado él mismo.
Una chica agradable, sencilla, a la que «no se le ha subido a la cabeza el éxito», ha opinado.
Mas no ha tenido problemas en reconocer, en cambio, que quedó poco menos que deslumbrado por los encantos de la presentadora vasca Anne Igartiburu, que en algunas ocasiones se sumó al diálogo entre ellos dos.
Parece que Mas y Johansson no fueron muy originales a la hora de escoger temas de conversación mientras cenaban; para romper el hielo empezaron recurriendo a los clásicos: vino, gastronomía, salud, la ciudad...
Mas se interesó luego por cómo vivió la actriz el rodaje de «Vicky, Cristina, Barcelona», buena parte de la cual transcurre en la capital catalana.
A medida que se iban sirviendo los platos, la conversación fue derivando hacia la política: la actriz argumentó su apoyo explícito a la candidatura de Barack Obama, el presidente de CiU le esbozó el galimatías político español y no dejó escapar la ocasión para darle cuatro claves sobre las próximas elecciones en Cataluña, que le pueden convertir en el nuevo 'governor' (gobernador) catalán.
«Si vuelves por aquí y soy el 'governor' de Cataluña, llámame», se ofreció por cortesía Mas al despedirse.
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