Los dos grandes amores del Príncipe Felipe, su esposa doña Letizia y su pareja de la juventud Isabel Sartorius, se dieron cita la tarde del pasado 16 de mayo en una terraza de El Pardo para compartir confidencias propias de dos buenas amigas. Mientras que la Princesa bebía un refresco 'light', Isabel, que tomaba un café, le mostraba un papel que despertó el interés de doña Letizia.
Pero la buena relación entre las dos mujeres no viene de ahora. Según informa 'Diez Minutos', a pesar de tratarse del primer encuentro con pruebas gráficas no sería el único. Desde que en 1992 Felipe e Isabel rompieron su relación, el sucesor al trono habría mantenido una excelente relación con la que fuera su pareja. Una amistad que habría sido extensiva a su actual esposa, la Princesa de Asturias.
A tan sólo diez minutos en coche de La Zarzuela, la Princesa le hizo un hueco a su amiga en su ajetreada agenda. Ya que por esas fechas Letizia acababa de regresar del Camino de Santiago y afrontaba al día siguiente a la cita el «I Foro España-México» junto con la cena de gala de la VI Cumbre UE-América Latina y Caribe.
Isabel, que no vive uno de sus mejores momentos, se ha visto arropada en todo momento por la Princesa quien ya durante el verano de 2007 mostró en varias ocasiones un bolso diseñado por la ex pareja de su marido y que la propia Isabel la regaló, con el fin de relanzar la colección.
FRAN Y EUGENIA JUNTOS EN EL ROCÍO
Tras ocho años de desencuentros y una hija en común, Francisco Rivera Ordóñez y Eugenia Martínez de Irujo volvieron a encontrarse en el camino de El Rocío. La pareja quedó en el típico puente Ajoli, recoge '`Hola!', donde se saludaron con un beso en la mejilla e hicieron el camino juntos, un hito ya que durante su época de noviazgo e incluso de matrimonio nunca compartieron esta peregrinación.
Y como el camino une, la hija menor de la duquesa de Alba que como dicta la tradición vestía falda de volantes y flor en el pelo, compartió con su ex marido desde bailes hasta croquetas que el torero portaba en un 'tupper'. Además, los cánticos que acompañaron a los pasos de baile decían: «Devuélvele a Francisco las llaves de La Pizana», unas palabras que levantaron las risas de los presentes, ya que La Pizana es la Finca que la duquesa les regaló por su matrimonio.
Aunque Francisco se ha empeñado en afirmar que se trata de una relación «de padres separados», lo cierto es que la duquesa de Alba ya ha calificado el reencuentro de «estupendo».
Pero parece que las hormonas en la Casa de Alba están revolucionadas, porque Eugenia no fue la única que protagonizó un sorpendente encuentro. Su hermano Cayetano Martínez de Irujo y la madre de sus hijos decidieron verse también esta semana. Los que fueran pareja pasearon cogidos del hombro y charlando animadamente.
Se conocía que la relación de ambos era buena pero nunca se había dejado ver en actitud cariñosa tras su ruptura. Genoveva que últimamente se ha mostrado muy preocupada por los problemas de salud de su madre parece haber encontrado en el conde de Salvatierra al apoyo perfecto.
Tanto es así que el jinete logró arrancarle una sonrisa cuando al bajarse ella del coche, sacó la cabeza por la ventanilla y le dijo algo a modo de piropo.
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La cita era tan secreta, que fueron a reunirse a la terraza de un bar. Ya no saben qué hacer para salir en la prensa rosa.