Rubio, que ha presentado el concierto que ofrecerá mañana en Málaga, ha aseverado en rueda de prensa que se siente «muy bien física y anímicamente».
«Toda la vida he disfrutado mucho de la comida, pero ahora, tres veces más. Me encanta dormir y esto también es parte de esta etapa», ha añadido la cantante.
En esta parte de la gira seguirá con el mismo vestuario, porque, como es «muy flaquilla», todo le va «genial», pero a partir de agosto o septiembre tendrá que «escuchar» a su cuerpo» y comprobar cómo se siente.
«A lo mejor las coreografías no serán tanto de brinco, brinco, pero sí habrá ritmo y mucha marcha, en las canciones de antes y de ahora», ha subrayado.
En la gira intentará enviar «diferentes mensajes colectivos como utilizar elementos reciclados para mostrar que con creatividad y talento se puede crear un ambiente diferente».
También habrá en los conciertos un «momento íntimo» en el que preguntará a los espectadores lo que quieren escuchar, para que le puedan pedir «una ranchera o una canción de cortarse las venas».
La puesta en escena será distinta a la de otras giras anteriores, con sólo dos bailarines que también cantan y son músicos, y la ropa que ella utilizará estará «muy en el rollo hombreras, que hacen una silueta diferente, muy de los 80».
Al preguntársele por internet, ha explicado que usa varias redes sociales y le gustan porque tiene «una conexión directa con el público, no hay ningún intermediario y sirve para compartir cosas cotidianas».
«Tienes un pensamiento, una oración espiritual o se te atraviesa una rata y puedes ponerlo ahí, sin ninguna regla», ha señalado la cantante.
Del amor, asegura que lo es «todo», puesto que «la vida sin amor no es vida», y cuando se le pide que transmita un mensaje a sus seguidores, apunta que le gusta que la gente «sea feliz», y por eso los anima a «fijarse en lo que tienen, no en lo que no tienen».
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