Demi Moore, en una imagen tomada el año pasado. | Reuters

La actriz Demi Moore sabe lo que es adelgazar mucho para cumplir con los cánones de belleza y ha querido advertir de que a través de ellos no se consigue ser feliz. Tal y como le enseña a sus hijas, para Demi Moore bajar de peso no es tan importante: afirma que estar delgada le gusta pero ha comprobado que no aporta felicidad.

Con el paso de los años, el peso y el aspecto de Demi Moore han ido cambiando hasta dar con su imagen actual, que la coloca en los primeros puestos de las mujeres más atractivas de Hollywood. Pero, aunque admite que le gusta verse bien, la actriz ha reconocido que su aspecto no le ha hecho más feliz.

«No se trata simplemente de estar delgada, lo sé porque lo he vivido», ha confesado Demi a la revista Look. «Antes pesaba más y después adelgacé mucho, pero eso no me hizo feliz. Me gustaba, pero no me trajo felicidad».

Este mensaje, que contrasta con el bombardeo constante de imágenes que venden la delgadez en la mujer, es el que defiende para sí misma y el que intenta inculcarle a sus hijas adolescentes, que son blanco fácil para ese tipo de publicidad.

«No quiero que mis niñas pasen por eso nunca. Y creo que está bien que la prensa no sea tan positiva acerca de las mujeres demasiado delgadas», afirma. «Ahora se está empezando a tener más cuidado, ese extremo es peligroso».

UNA VIDA DE CUIDADOS

Y es que la actriz ha aprendido a cuidarse a lo largo de sus años de carrera, y no sólo el cuerpo, sino también en lo referente a la moda. Como ella misma reconoce, ahora se ve mucho mejor que en los inicios de su carrera.

«Tenía una cara regordeta e hice algunas elecciones espantosas que me hacían tener un aspecto terrible, ahora pienso: '`Uf, mira ese pelo!'. Pero he evolucionado hasta tener una cara que me gusta», ha declarado Demi.