La ubicación de este último faro, un acantilado de sa Cala de Sant Vicent, fue objeto de discusiones desde el primer momento por las críticas de diferentes sectores relacionados con la navegación, especialmente los pescadores, que advirtieron a Emili Pou, ingeniero encargado de su construcción, que este no era el mejor emplazamiento para esta señal. El motivo por el que creían que no se debía levantar en esa ubicación es que la isla de Tagomago ocultaba un considerable sector del radio de emisión luminosa del faro de sa Punta Grossa.
El escarpado lugar elegido para construirlo, un promontorio situado a unos dos kilómetros y medio de distancia del lugar más cercano con camino de acceso, complicaron mucho las obras, cuyos materiales tuvieron que ser transportados en barco y subirlos hasta la cima del acantilado. Una epidemia de cólera y el cambio de canteras por la mala calidad de la piedra alargaron varios años las obras del faro, que finalmente se inauguró el 15 de septiembre de 1870.
Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la ubicación no era la idónea, por lo que se decidió proyectar un nuevo faro en la isla de Tagomago, cuyas obras empezaron en 1910. El nuevo faro comenzó a iluminar la costa el 1 de diciembre de 1914 aunque el de sa Punta Grossa no se apagó hasta dos años después, el 31 de agosto de 1916, hasta que se construyó una baliza que facilita la entrada al pequeño puerto de sa Cala.
Proyectado por Pere Garau, el faro de Tagomago se inauguró con una óptica catadióptrica de 25 cm de distancia focal con lámpara chance de 35 mm y una apariencia de 2+1 destellos cada 20 segundos, la más lenta de todo el archipiélago balear. En 1948 se incorporaron unos cristales rojos en la linterna, con la intención de producir un sector de iluminación que señalara el bajo de Santa Eulària. Aunque posteriormente se colocó una baliza en dicho bajo, el sector rojo del faro de Tagomago siguió formando parte de su apariencia luminosa hasta el 22 de marzo de 2013.
En 1967, a raíz del Plan de Mejora, se decidió recrecer la torre hasta la altura actual. La automatización de la señala mediante equipos de alumbrado por gas acetileno supuso la retirada del personal con residencia permanente en el faro, que es uno de los que menos tiempo ha permanecido habitado.
Desde entonces, el mantenimiento del faro corresponde a los técnicos residentes en el faro de es Botafoc, que recorren las 13 millas que separan la isla del puerto de Vila de manera periódica.
♦ Más información en la página web www.farsdebalears.com
¿SABÍAS QUÉ . . . ?
Cuatro marineros encargados del mantenimiento del faro de Tagomago fueron secuestrados en 1939 y obligados a ir a Argel
El 20 de octubre de 1939, seis meses del fin oficial de la Guerra Civil española, un grupo de republicanos dados a la fuga encañonaron en Tagomago a cuatro marineros que iban a bordo de la embarcación ‘Santa Eulalia', encargada de dar abastecimiento al faro.
Los fugitivos secuestraron a los marineros y les obligaron a transportarlos hasta el puerto de Argel, a donde llegaron tres días después.
Aunque en un primer momento surgieron suspicacias acerca de la filiación ideológica de la tripulación, tras las comprobaciones posteriores se supo que los marineros secuestrados eran afines al Movimiento Nacional y al régimen franquista.
Mientras duraron las averiguaciones, el patrón de la embarcación y los marineros fueron retenidos en la capital argelina hasta que el 31 de octubre las autoridades militares dieron el visto bueno al regreso del ‘Santa Eulalia' a Ibiza.
Como relata Javier Pérez de Arévalo en Historia de los faros de las Islas Baleares, tras este suceso se pidió un guardia en los faros de Tagomago y sa Conillera, además de otro guardia más que acompañara al barco de abastecimiento en los viajes a estos faros.
FICHA
Latitud N: 39º 01,952'
Longitud E: 001º 38,939'
Alcance nominal: 21 mn.
Altura sobre nivel del mar: 86 m.
Apariencia luminosa: 1 + 2 destellos cada 30 segundos.
Apariencia diurna: Torre octogonal blanca sobre edificio, 23 metros.
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